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Dase noticia de los felices principios del rey Don Alonso, último de este nombre en el Congo; refiérense sumaria– mente los frutos espirituales de él y la vuelta para Es– paña de los Padres Fr. Antonio de Teruel y Fr. Buena- ventura de Corella. l.-Luego que entró a reinar .Don Alonso, comenzó a dar mues·• tras de muy fiel y lea.l hijo de la Iglesia católica.romana, a que le ayu– daba mucho su natural apacible y la buena ieducación que tuvo desde su niñez en los nuestros. Amparólos mucho y proctiró fuesen en au– mento las misiones, reconociendo e} gran bien qu,E.' de ellas se le ha)Jí 1 a seguido a aquel reino. Sobre esto escribió al Papa Alejandro VII y · con ta,J eficacia y cel.o de la honra de Dios y exaltación de nuestra santa fe, que alentó a Su Santidad a enviarle luego seis religiosos de nues– tras provincias <le Italia, con orden d:e fundar seminarios o colegios de mozos para que se criasen en ellos y aprendiesen le,tras y buenas cos•· tumbr,es, dando ,eJ cargo de todo a los mismos religiosos. [..a Sacra Congregación de Propaganda Fide se ofr'eció a pagar el gasto y nom– bró en Lisboa un Procurador que cuidase <le todo lo. necesario y por ser tan interesado en esta buena obra el rey, se 1ie escribi(> ayudas-e también con aJgutta pensión. 2.-No hay duda que ,si esto llega a efecto, como lo tengo por cierto , es el único 1•emedio para la reducción de aquellas gentes, pues, criados los muchachos en doctrina y santas costumbres, como sabedores de las malas de1 país y p1·ácticos en .la lengua, pueden ayudar mucho y, más siendo sacerdotes, a los misioneros. P.ero para que tenga el pia– doso kctor nuevos motivos con que alabar a,J Señor omnipotente y co– nozca <,'.u{m admirable es su piedad aun en regione s tan remotas y ane-

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