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U MISIÓN DEL CONGO 439 puerta a la pretensión en la elección futura. .De ahí se sigmo luego· solicitar el despique para v,er si podían volver a reintegrar su espe– ranza. Tomó a su cargo e·ste empeño Don Pedro, por ser el más mozo y más ardiente, y, sin dar parte a los demás hermanos, aconsejándose con otros fidalgos sus parciales, de la misma edad, r•esolvió descargar su enojo y agravio, quitándole la vida al rey alevosamente. 10.-Con este designio y mal acuerdo salió un día de casa Don Pe– dro y se fué a cierta iglesia por donde había de pasar el rey, con áni– mo de darle de puñaladas; los confidentes anduvieron tan poco leales, o Dios que lo permitió así, que, antes de llegar el caso, ya había tenido el aviso el rey. Mandó prender a Don Pedro en el mismo sitio y d 1 es– pués a Don Lázaro, juzgando ser el principal autor de aquella cons– piración ; mandó asimismo pr,ender a los fidalgos aliados y luego des– pachó un correo a) duque de Bamba, que es el capitán general del reino, con orden que juntase gente de arinas y se partiese a Pemba para prender a Don Alvaro. Fué el duque a toda prisa con su gente d:e milicia y plantó los escuadrones a vista de la banza de Pemba ; envióje un recaudo al marqués, diciendo se diese preso por el rey y qute no se resistiese porque le sucedería mal. 11.-Salió el marqués, fiado en su inocencia, y respondió que él siempre había sido muy obedi.ente a su rey y lo era entonces, y por tanto, que no era neoesario llevarle preso, pues él de su voluntad iría a ponerse a sus pies; además, que, siendo el motivo de la prisión la conspiración y alevosía de su hermano Don Pedro, residente en la corte, él no había tenido parte en el delito en manera alguna, pues la había ejecutado sin su consejo. Así lo declaró Don Pedro, tomándole la con– fesión delante del rey, diciendo que él sólo había sido el traidor y no sus hermanos .Don Lázaro. y .Don Alvaro. El duque de Bamba, fiado en ,la palabra del marqués, se volvió con su g,ente, viendo arrancar al marqués con la de su parte' y encaminarse a la corte. Con este seguro, a poco más de dos jornadas. tomó el marqués otra resolución y con•• siderando su riesgo y el. ánimo vengativo del rey, quiso ocurrir a su daño, ausentándose del reino y favoreciéndose de sus amigos. Torci_ó el camino de la corte y se pasó al marquesado de Choa, que entonces estaba por ,el sonde de Soño, rebelde al rey ; y con esta fuga, siendo inocénte 1 se d'eclaró por culpado y cómplice en el. delito de su her– mano. 12.-Pasados algunos días •en las averiguaciones trató el rey de que se hiciese justicia en los autores de la conspiración y mandó les cor~

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