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LA MISIÓN DEL CONGO confesión, .s·e metió el Padre por medio de la g,ente, como pudo, pero lo llevaron con tal grito y atropellamiento, que no pararon hasta po– nerle preso y encad,enado en una casa. 12.-El Padre s,e fué derecho al marqués y le afeó la acción de ha– berle quitado 1a vida a} fidalgo a las puertas d,e la iglesia, sin avisarle primero para conf.esarle. Excusóse d marqués diciendo que no tenía parte en aquella muerte por haberla ejecutado por mandato del rey sus ministros. Con todo eso .recabó con ellos le diesen lugar para ir a con– fesar al pr,eso, y después le quitaron la vida como al ,otro. Fué este per– miso un favor muy singular, porque {ó'S costumbr,e entre aquellas gen– tes, aunque tan crueles con los delincuentes, que en tocándo'le al r,eo un sacerdote, le han de dar por libre y absúelto de toda pena, y porque el Padre no tocase al preso, abrieron un agujero por la pared y por allí 1,P. confesó. Pidió~es luego a los ministros que si 1 1e quitaban la vida le enterrasen ,en sagrado, mas, aunque le dieron palabra de hacerlo, no la cumplieron y, a hora de media noche, le sacaron a un monte y le degollaron, ,dejándos,e afü el cadáver para afünento de las fieras. 13.--Toda esta provincia es muy infestada de dlas, más que las otras del r,eino; hállanse a cada paso leones, tigres, elefantes, lobos y bue– yes selváticos, y todas las noches oían los rdigiosos sus bramidos des– ne muy cerca. Hacen por los montes sendas que equivocan los cami– nos y la gente ignorante de fos pueblos, pensando caminar rectamen– te, suele ir a parar a las cuevas donde habitan y la despedazan, y al cabo de año es considerable: d número de los que perecen de esta suer– te. Sucedió ,en la misma banza de Pemba, poco antes que llegasen nues– tros religiosos, cebars,e, una leona en la gente y, con tal audacia, que hizo grandes estragos. Salieron los vecinos diferentes veces a matarla, unos con arcos y flechas y otros con lanzas y espadas; P'ero, en una ocasión que la cercaron, le acometió a un sobrino del marqués, que después les sirvió a los Padres de intérprete, y se tuvo por milagro el que no le despedazase. El mozo era virtuoso y viéndose tan apr,etado, invocó en su auxilio el dulcísimo nombre de Jesús ~on mucha fe y con– fianza y aI instante soltó la fiera la pr,esa, y sin hacerle el menor daño pasó de largo y luego a pocos pasos cayó en un hoyo profundo, die donde no pudo salir y la mataron. 14.-Hallándose ya en ,esta misma banza el P. Fr. Antonio de: Te ruel con solo un Hermano donado, pad,ederon el mismo riesgo con un león que todas las noches discurrí.a por la población, y fué tanto e.l daño

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