BCCCAP00000000000000000000767

MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA adonde trabajaron hasta 11a muerte, haciendo increíble fruto en ella y en todo aquel marquesado, después -de haber cultivado otras tierras del reino, en que padecieron inmensos trabajos por la conversión de las almas, llevando siempre por timbre, a imitación de Cristo, no parar ni descansar hasta dar la vida por su Majestad divina en servicio de sus prójimos, proponiéndose por tema las palabras de San Juan: In /toe cognovi:mus ca1rütat.em. Dei, quoniam ille animan sitam pro 11:obü poswit, e 1 t nos debemus pro frafribus aninws ponere (118). · 3.-Vida y virt1tdes del P. Fr. José d(!; Pe1nn. a1nbu.co .-Nació el Padre Fray José de Pernambuco en el Brasil, en 11a ciudad de su apellido, de donde, en teniendo edad competente, vino a Salamanca a estudiar. Aquí le llamó Dios a la religión de los Capuchinos y desde su noviciado · resplandeció siempre en todo género de virtudes. Ardía en su pecho un celo fervorosí'simo <le la conversión de las almas y, como tan no– ticioso de los muchos que se perdían en 110s reinos de Africa, vecinos a su patria, des-eó mucho dedicarse a solicitarles el remedio. Para este efecto manifestó sus buenos deseos a los superiores y éstos, atendien– do a su vida ejemplar y suficiencia, le concedieron el que pasase con otros al Congo. Y si bien su complexón era dielicada y atenuada con la continua mortificación, con todo eso le había dotado Dios de un áni– mo esforzado e inv,encible para todo género de penalidades, y, me– diante eso, con eJ divino auxilio, pudo emprender varias misiones y ser uno de los misioneros que con mayor fervor y solicitud trabajaron en extirpar los vicios y errores de aque\ reino y en plantar las virtu– des, ayudándole mucho en esto el haber entendido con facilidad Ja lengua dcl país. 4.-La compostura exterior, y mucho más la del hombre interior, era singular, y su conversación tan afable y graciosa, que componía a los que le trataban. Asistió algunos meses en San Salvador a los mu– chachos de la escuela y demás de ,eso a 1a predicación y confesonario ; pero con residir en aquella corte limchos portugueses y paisanos su– yos, jamás se dió a conocer, por vivir más desasido de todo afecto humano, io cual observó con tal entereza, que ni aun -ellos lo supie– ron hasta que se mudó a Encusu, de que quedaron admirados y edi– ficados. Dos años asistió en el marquesado <le Encusu, de donde pasó al de Ptmba, y en todas estas partes continuó las misiones, llevando (H8) I J oa.nn. , ,l, 16.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz