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MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA al que descubra sus llagas : Qui a-utem, confessus fuerit et reliq,11erit e'a,, m.iserrvcordia-m conse'qiiitu,r (108). 19.-Acabado el sermón, tom.ó la mano el rey y, para mostrar su fi delidad, hizo al pueblo un grave y solemne razonamiento, apoyando cuanto había dicho ,el predica,dor. Exhortó a todos a que dejasen aque– ll as vanas supersticiones y ritos gentílicos y amenazó a los rebtldes con severos castigos. Esto sucedió en nuestra iglesia y de allí- adelan– te se predicó sobr,e fa mat eria en todas las provincias del reino , con cuya diligencia se fueron extirpando tan ,diabólicas supersticiones y abusos. Esta caut,ela había sugerido Satanás en los ánimos con tal sa– gacidad, que •en tan largo tiempo, como dijimos, no llegaron a saber los Padres ,el desorden que había, por lo cual no se reprendía en par– ticular -este vicio , ni ellos prevenían la rnmienda como después que se de scubrió. 20.---Sintieron el rey y los nobles se hubies,e descubierto esta ll aga y tanto que, si acaso por medio de los muchachos de la escuela o de los intérpretes, llegaban a saber algo los religiosos, ellos llenos de temor les suplicaban lo tuviesen ,en siltencio y que los disculpasen con los señores, porque no les solicitasen la muerte. De aquí se originó e l comenzar ,el rey a despicarse de fa corrección pasada, no ya con ce– lajes, como hasta entonces, sino a lo descubierito, mostrando ser lo que dice el Espílritu Santo •en los Proverbios: Leo r,ugiens et 1trsus essuriens, prvnceps inipius super popuilum pauperem (109). Pues desde entonces fué sacando algunos fidalgos mozos del estudio donde apren– dían buenas costumbres y letras, con •el pretexto de ,enviarlos a dife– rentes provincias a tratar negocios políticos de su servicio o más pro– piamente de su perdición. De lo cual resu11taron otros daños en el rei– no , pues, apartados ,de la enseñanza de las letras y buenas costumbres, con que podían ser de mucho provecho a sí mismos y a la república, por e-1 vano t,emor de que no propalasen los vicios y ritos gentílicos de los señores, unos y otros st' separaron de la luz y se engolfaron en las tinieblas, y muchos de ellos se quedaron con su ignorancia y con las malas co stumbres en que se habían criado d,esd·e su niñez. (1.08) Prov., 28, 1:1, (lO!l) Prov. , 28. JG,