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LA MISIÓN DEL CONGO 357 Fueron prosiguiendo estos religiosos sus eje.'rcicios y d·espués de algu– nos me5'es acordaron ,entre sí de salir por toda la comarca. Extendióse el P. Fr. Bernardino hacia aquella parte de la provincia que confina con el mar, y no ies pon<lerabl,e 1a ceguedad en que vivía aquella gente miserable por sus pecados y vicios. Baste decir que adoraban los ár– boles como a Dios y les hacían varios cultos y sacrificios, cuidando de ellos más que de sus hijos y que de la propia vida. 11.-De estos árboles haUó el P. Fr. Bernardino algunos p'1antados a las puertas de las casas y tan pintados los troncos con variedad de colores y ,especialment,e bermejo, que estaban hermosos a Ia vista. Al principio juzgó que aquel enga1anar los árbo}es ele• aquel género sería algún vano entr.etenimiento de los mozos y rufianes, o invención seme– j ant,e a la que se practica .en España de pont'r en las plazuelas ciertos árboles el día primero de mayo, coronados ele ramos y cintas para anunciar {a primav•era y señalar aque1 sitio por t,eatro de los baiJ,es, cuyo origen también es gentílico. Informóse d.el caso y vino a saber cómo los adoraban por sus dioses y que como a tales l:es hacían aquel culto, pasando tan adelante su locura, que repartían 'las ramas por la gente de la familia, de tal forma , que la mayor le tocaba al dueño de la casa y Jas d,emás a fas mancebas, y a los hijos. 12.-Esto.s guar,daban cuida,dosament,e que las ramas no recibiesen daño alguno, porque temían, si se ,descuidaban, que luego les había de suceder alguna fatalidad, mayormente si hallaban cortada alguna rama, que al instante se juzgaban perdidos y no había consuelo para ellos. Fué1os -desengañando el P. Fr. Bernardino de •estos error,es y para qui– tarles la ocasión de ,esta supers,tición e idolatría, tomó un hacha "y ftté cortando cuantos árboles les halló delante de las puertas, ) les pegó fuego. Con eso, viendo la gente que no le sucedía mal alguno, s,e des– engañaron y •conocieron era vano y diabólico su temor ; con todo ,eso, el demonio tenía tan cogidos a algunos con ,esta iiwención, que Le su– cedió a dicho Padre ,llegar a cierta libata adonde halló uno de estos árboles y, habiéndolo cortado sin saberlo :J.os ,dueños, apenas ,lo vi1eron derribado, cuando todos los <le aquella familia se fueron huyendo de aquella tierra, dejando su casa y cuanto tenían en ,ella por par,ecerles que el árbol estaría ,enojado contra ellos y qu,e les había de quitar la vida. 13.-En es,ta misma · ocasión descubrió dicho religioso por medio de los muchachos que le acompañaban, al ,patriarca o primer catexlrá· tico de todos los ·1iganga ngom.bas del reino, que los tenían como a sus
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