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356 MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA su asistencia. Apenas supo el rey su partida cuando, sin poder conte– nerse, exhaló por fos labios parte del veneno concebido en su ánimo contra éste y los demás Padres desde la corrección . y así celebró su partida con grande alborozo y tales demostraciones, que el Prefecto conoció bien a las claras tenía oculto en el pecho algún áspid que con el tiempo les había de dar mucha ocasión de paciencia, como suce<lió, pt'ro no tan pr.esto que no se pasasen algunos meses primero. 8.-No obstante lo dicho, con ese agasajo y favor del rey en lo pú– blico se pusieron las cosas ,de la misión en mejor •estado así en la cor– te como en las demás provincias, y las r•educciones iban ·en mucho au– mento cada día, no sin grande consuelo ,espiritual de todos aquellos Padres. Quedaron en San Salvador con el Prefecto los Padres Fr. An– tonio d,e TerueJ y Fr. Bernardino de Hungrí'a y, aunque todos gozaban poca salud entonc•es, no por ,eso cesaron los ej 1 ercicios ,de :J.a ens,eñanza y predicación, antes bien se frecuentaban más los Sacramentos y acu– dían más mozos y muchachos a las ·escuelas para aprender a leer y es– cribir y la ,doctrina, la Gramática y buenas costumbres. El trabajo que tuvieron ·entonces -estos Padres fué excesivo a sus fuerzas, pero la Ma– jestad de Dios, que todo lo atiende con paternal providencia, los con– soló o r.ecreó enviándoles al mismo tiempo un compañero nuevo que trabajó mucho y les fué -de grande importancia para los trabajos pre– sen:tes _y venid-eros. 9.-Este nuevo operario fué el P. Fr. Francisco de San Salvador, sujeto de aventajadas prendas y muy práctico ,en la lengua y estilos del país, por ser natural y haber nacido y criádose en aquella corte. Llamábase en el siglo Don Miguel de Roboredo, ,el cual, siendo cape– lián mayor ,del rey y hermano legítimo de Don Alvaro V , fué por su embajador a Soño cuando llegaron allíi los primeros misioné'ros para conducirlos a la corte y, en premio <le la caridad que usó con ellos en el viaje y en su casa, mi-entras ·estuvieron en ella, hasta pasarse al convento, Je dió Dios fa vocación de ser religioso. Recibiólo el nuevo Prefecto con licencia del General de 1a Orden y le puso por nombre Fray Francisco de San Salvador. En }os seis primeros meses de novi– ciado sólo at.endió a los ,ejercicios interiores y a radicarse •e.'n el espí– ritu nuevamente concebido ; después se le -díó licencia para confesar y servir ,en todo como los demás. 10. Con este nuevo auxilio y en tie:mpo tan oportuno pudo el Pre– fecto ,E.'nviar a Bamba al P. Fr. Bernardino de Hungría para que ayuda– se en aquella misión al P. Fr. Ludovico d,e Pistoya, que se hallaba solo

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