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LA MISIÓN DEL CONGO 339 Padres y Le solicitaron por los medios más prudentes y discretos que altanzaron, procurando en todo la mayor gloria <l,e Dios y los aciertos y buen crédito del r,ey para aumento de su corona y de ta cristiandad de ella. A los principios se procuró ,dar doctrina general en los senno-– nes contra los viidos de la tiranía y lascivia, en que principalmente cul– paban al rey, pero, como no se ,diese por •entendido ni se vies,e enmien– da, ftté preciso guiar la materia por otro camino y, parieciendo el más, decente y templado hablarle a solas, cuando volviese al conv,ento a ver a su •emba_jador, s·e acordó se ejecutase así. 6.-Fué el día siguiente a visitar, como solía, a los nuevos misione– ros y, :de·spués <le recíprocos y ~,rbanos cortejos, mandó el Prefecto se r•etirasen los Padres compañeros y que se quedasen con él Ios Padres Fray Juan Ftancisco die Roma y Fr. Francisco de V1e•as, éste para ser– vir de intérprete, por ser ya muy práctico en la lengua, y e1 otro po~, 1o que le estimaba el} rey. En viéndose so!os, le dijo el Prdecto al Pa– dre Francisco Le hiciese relación a S. M. de los puntos que le había co– municado a solas y, captada primero la lioencia para hablarle, comenzó su razonamiento •en esta forma. 7.-«Señor: por los informes que ha hecho a Vuestra MaJestad su embajador, eT P. Fr. Juan Francisco, que está presente, habrá enten– dido ~o mucho que el supremo Padre y Pastor d,e la Iglesia católica ama y ·estima la persona de V. M. y a todos sus vasallos, espi(:!cialmen– te por Jo que ha sabido del gran celo de V. M. en que se propague y dilat,e la r•eligión católica y se arranquen los vicios y malas costum– bres que ofuscan la hermosura <le la virtu<l y cl ,decoro <le un neino cristiano. Para este fin ofrece Su Bieatitud todo auxilio a V. M., libra– do en los sa·crosantos méritos <le Cristo y ,en los ,de sus escog~dos, de cuyo tesoro <lispensa y ,dispensará siempre Jiberalísimament,e con Vuies– tra Majestad, y, por lo que toca a me<lios temporales, anda tan provi– do y vigilante, como se ve, pues no cesa die enviar operarios que cu1~ tiven este reino, ,en medio de la distancia que- se interpone y d,e los gran . des trabajos y peligros de la vida que se padecen por mar y por tkna. 8.-«También habrá reconocido V. M. •en nuestro trato, pues hace algunos años que lo experimenta, cuán fieles capellanes suyos somos y lo mucho que nos hemos esmerado ien servirle, gratificando en eso los favores que de V. M. he'nlos recibido. En esta consideración y resp,ec– to de reconocernos acreedores a Vos créditos de V. M. por muchos tí~ tulos y singu1arment,e por ver ,deslucidos con hechos contrarios cuan-
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