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XXXIl MIS. CAPS. EN ÁFRICA. LA MISIÓN DEL CONGO En la primera parte de la obra se ocupa de las Misiones de los Capuchinos en Abisinia, de los progresos allí realizados y del mar– tirio de dos de ellos, hoy en día elevados al honor de los altares, los Beatos Agatángelo y Casiano. Pero en la segunda parte habla de las misiones de los Capuchinos españoles en el Congo y Amé– rica, anotando asimismo los mártires que en ellas hubo y los frutos conseguidos, que a la verdad no fueron pocos ni de poca consi– dernción. 7.-La Nueva J erusalen,/ en quf!, la perfüdia hebraica/ reiteró con nvevos vltra-ges/ la Passion de Christo,/ Salvador del Mvndo,/ en sv sacrosanta imagen/ del Cntcifixo / d,e ,la Paciencia,/ en Madrid:/ Y augustos, y perenes de·sagravios/ de nuestros Catholícos Monarcas,½ Don Phe'lipe Qvarto el Grande,/ y Doña Isabd de Borbón,I y de svs svcessores,/ en sv Real Convento/ Je la Paciencia die Christo/ de Me'– nores Capuchinos de nu,estro Serafico Padre/ San Francisco./ Dedica esta historial a CJiristo Crvcificadio/ sv avtor, el P. Fr. Matheo de Angviano,'/ Pi~dicador Capuchino, Procurador, )' Secretario, que ha sido,/ de,sta Provincia de Castilla, y Guardian de los Conve 1 ntos¡ de las Ci1Jdades de Alcalá de H enares, y de To:ledo _:'/ Por numo de Don Bar– tolome Flon y Morales,/ Secretario Je su Magestad, y e'Spebal Devo– to del Santissimo Christo,/ 31 Bienhechor de la Re 1 lz1gión./ Con licen– cia. En Madrid. En -la Jmprent'a de Manu.cl Ruilz ele Murga,/ Año de 1709. 200 x 150 mm. ; 17 ff.-384 pp.-8 ff. Dedicó esta obra a relatarnos la historia del famoso Cristo de La Paciencia y del convento de Capuchinos que llevó el mismo nom– bre en la corte. En ella se muestra erl P. Anguiano una vez más perfecto historiador y conocedor de cuantos documentos se relacio– naban con el asunto. De tal manera que, después de haber exa– minado ouantos documentos existen sobre el particular, lo mismo en los Archivos públicos que en el Provincial de los Capuchinos de Castilla, nos hemos convencido plenamente de que no fos des– conocía y de que a base de ellos escribió este libro. Por eso creemos se le puede seguir en un todo, así en el relato como en las fechas, aunque tenemos que confesar que se muestra, por desgracia, en su estilo resabiado del gusto de la época . 8.-Parayso/ en el désie,rto ,/ donde Je· goza'n/ espirituales delfrias,'/ y se alivian las penas/ de los afligidos,/ cons1tituído/ En el Devo tissi– m.o Santuario del Real Bosque del Pardo,/ donde es venerada la Ima~ gen Sagrada de Christo S. N./ Tn e-! Sepu.:lcro, en el Convento Re'a,l de los Capuchinos,/ y frequentemente visitada de los Monarcas Catho-'/i licos, y de todos los Fieles de la Corte,/ y de su Comar~a./ Dedica es-