BCCCAP00000000000000000000767
INTRODUCCIÓN XIX para los misioneros : «Lo mismo hizo en la es·cuela que fabricó in– mediatamente a la ,casa para enseñar a los mozos a 1eer y escribir y la gramática, y hacer:les en esta forma hábiles y capaces para que con el tiempo pudiesen ser ordenados sacerdotes)). Y, refiriendo a continuación los trabajos que tenían los misioneros en las escuelas, añade : «Se ocupaban los religiosos en escribir no sólo lo que toca a los primeros rudimentos, sino el arte de la gramática, dando a cada estudiante los cuadernos en lengua latina, con la explicación en la ca:stellana y conguesa» (23). Y ese medio es precisamente el que tarnbién señala el P. Ca– vazzi para verse libre de intérpretes y tener <(ministros seguros y v,ersados en el conocimiento de la lengua arnbonda y en los otros dialectos» (24). Por eso ya desde I 646 se impusieron esa tarea 1os misioneros. Y el P. Angel de Valencia, que en octubre de dicho año venía del Congo a Roma, adonde llegó en marzo de 1648, corno embajador del rey del Congo, trató por todos los medios posibles para conse– guir para. la misión un Obispo, «no para .que fuese Obispo de la ciudad y diócesis de San Salvador y Angola, sino para que asistiese en aquel reino, adonde pudiese ordenar sacerdotes de los mismos naturales)) . Y nuevamente repite la misma idea en la exposición o memorial presentado a Felipe IV en 164.9, diciendo es necesario el Obispo «para que, asistiendo en el Congo, ord'enase sacerdotes de los mismos naturales, habiendo puesto ya con este fin dos escuelas los primeros misioneros que pasamos allá, para que algu– nos de Jos que tuviesen más capacidad, aprendan lo necesario para poderse ordenar». Y expone entre otras razones : « Porque si bien •con los misioneros que van ahora y los que estaban allá. habrá buen número de ellos, pero no son bastantes para reino tan gran– de; y, dado que lo fueran, no son eternos, sino que han de morir, y, no ordenando algunos de nuevo, ha de quedar aquella pobre gente sin remedio, siendo tan dificultoso, como se experimenta, el ir todos de estas partes [Europa]» (25). Razones que también Pe– llicer expone en su conocida obra, añadiendo : «Que con esto ten– drán entera enseñanza aquellos pueblos católicos, perseverará allí (23) TERUEL, ms. c., p. 50. (24) CAVAZZI, Libro IV, n.• 4. . . . . , (25) Memorial del P. Angel de Valencia a Fehpe IV (Archivo de S1mancas. Es tado, Leg. 2,669). Cfr. también mi artículo en España Misionera, pp. 202-204, don<lt se ha copiado casi íntegro el citado memorial.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz