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LA MISIÓN DEL CONGO 103 to ellos obraban para mayor pureza de la observancia de su santa Re– gla. Con eso volvieron intacto dl regalo al rey y así és-t•e como la cor– t•e toda, cuando lo supo, se pasmaron <l-e.' semejante acción, haciendo grande apr-e-cio -de la virtud y desinterés de aquellos Padr,es y de la Or– den por la extremada pobreza que profosa. Premióles Dios esa ié.'jem– plar acción, con que de allí adelante enviasen abundantes limosnas de las cosas neoesarias ,en su propia especie, y a veces. eran tantas, que s•e las volvían a los bienhechores porque sólo admitían lo pr-eciso y no más. 4.-Por eso y por ver que todos sus desv,elos, trabajos y fatigas que padecían, s,e encaminaban únicamente a Dios y a 1a salvación de.• las almas, los amaban cordialmente todos los de aquella corté', desde el menor al mayor, y los miraban con sumo r,espeto. De aquí sabían las noticias y su buena fama volaba, no sólo por todo el reino, sino que: también se extendía hasta los r,einos V1ecinos, que entonces ·eran de gen– tiies y hoy por la bondad d-e Dios son de cristianos católicos, como ine– mos viendo. Había introducido el demonio en aquellas tierras por me– dio de los hechiceros, de que hay inmensa copia y los llaman en unas partes ngangas y ,en otras catumas y s·ingµillas, que son como sus sacerdotes y capitales ,enemigos de los misioneros, que éstos no les pro– curaban el bien que les predicaban, como ellos, sino su propio interés temporal. Pero, como ,e11 buen ej-e.•mplo muevie ,tanto y le daban grande eu todas ,partes, de ahí: reisultó el desengañarse todos y conocer eran verda– deros ministros de Dios y que no bus·caban oitra cosa que las almas redi– midas •con su preciosísima sangre. En cuantas ,súplicas hicieron los reyes del Congo a la Santa Sede Apostólica, si-empr,e pusieron esta condi– ción: que les envías-e ministros tal,es, que fu,es,en totalmente desintere– sados de las cosas ;de ,este mundo y que sólo buscasen la gloria de Dios y la salvación de las almas, y por noticias que tuvieron del modo de vivir -de los Capuchinos, por eso los pidieron positivamente para su r eino por ser pobre y falto ,de un todo, por ser sus naturales dejadísi– mos, sin industria y nada aplicados al comer-cío humano y a adquirir para vivir y cons,ervar sus familias. 5.-Creci-rndo más y más cada día la devoción d-el 1,ey a los religio– sos, deseoso de acomodarles la vivienda hasta que Uegase el tiempo oportuno de hacerles 1el conv,ento, se fué una mañana muy temprano a nuestra iglesia, y, de.•spués ,de haber oído Misa, les dijo que quería darles junto a ,ella un pedazo de tierra adyac-ente a la misma casa para que hicies·en huerta. Agra-decieron aqt1,ellos Padres el favor y luego in-
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