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INTRODUCCIÓN XI cuiestioores de política internacional impidieron que allí Uegaran no sólo Capuchinos españoles o nacidos en provincias sujetas a Es– paña, sino que, según también condiciones estipuladas entre el rey del Congó y ,los portuglJleses para hacer las paces) no debía admitirse en el Congo «ninguno de ellos que fueren e 1 mbarcados en navíos de Casti:lla» /{5). Por ,ese motivo, desde 1658 hasta 1835, estuvo la misión exolusivamente a cargo de Capuchinos italianos. La labor de u111os y otros fué verdaderamente extraordinaria. Desde luego haremos constar, sin que esto ceda en menoscabo de nadie, quie el apostolado ejercido por las otras Ordenes reli– giosas fué por poco tiempo y con éxito poco ,lisonjero. Y cierta– mente que ninguna superó a ,los Capuchinos ni en los frutos y éxitos logrados ni tampoco -en el número de residencias y cen– tros misionales por ellos formados en esa región africana y mu– cho menos aun en el número de misioneros que allí trabajaron. Pasan, ,en efecto, de cuatrocientos los Capuchinos que en menos de dos siglos y con un fin 1enteramente espiritual llegaron al Con– go y Angola (6). Su sudor y también su sangre focundaron esa parte de suelo africano e hicieron brotar en él los gérmenes sagra– dos del cristianismo y de la oivilizaiaión. AUí trabajaron sin descanso, y casi podíamos decir s;in ~edida, y antes de sucumbir víctimas · unos del olima martirizador y otros sacrifücados por el fanatismo de los fotichi 1 stas, muchos de esos héroes supieron juntar al celo apostólico del misiionero ,la fina ob– servación del explorador y la inteligente activ,idad del sabio. Tra– bajando ya 1entonces en regiones aun hoy día desconociidas, supie– ron estudiar la lengua de los indígenas, la historia y la geografía, prestando a fa ciencia muy señalados favores. Fué precisamente Femando de Lesseps quien así lo recono– ció con pafabras muy encomiásticas 1 en el discurso de apertura del tercer Congreso Internacional de Geografía, celebrado en Ve– necia en I 88 I . Corno IUl11 tributo de justicia proclamó entonces ;:i los tries Capuchinos misioneros en el Congo, PP. Cavazzi, Carli y 1 Zucchelli, como tres sabios e inteligentes misioneros beneméritos (5) Carta del P . Buenaventura de Sorrento al P. Juan Francisco de Roma, ambos Capuchinos y misioneros en el Congo (Génova, 21 de abril de 1650) (Archivo de Si- mancas.-Estado, Leg. 2670). , Loanda fué recuperada por los portugueses el 15 de agosto de 1648 y las paces fueron hechas en abril de 1649. (6) HILDEBRAND [DE HOOGLEDEJ, O. F . M. Cap. Le Martyr Georges de Geel et les débuts de la Mission du Congo (1645-1652), Anvers, l.940, p. 40.

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