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LA MISIÓN DEL CONGO 97 gano fué uno <le los mayores devotos que tuvieron, el cual, con la comunicación ele los religiosos, vino -en claro conocimiento <l·e su mu– cha virtud y que sólo buscaban -el bien -die las almas. A cuya causa no quiso hablar palabra al r,ey sobre el punto que tanto le habían encar– gado de que los mandase salir ,de su reino. 10.-Pasa<la esa borrasca, trazada por el común enemigo del géne– ro humano, con la liciencia del Capítulo, Sede vacante, que ya t,enían, pasaron aquellos Pa,dres a tomar la posesión <le la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, <le que ya el rey les bahía hecho donación. PE:'ro como les faltase sacristía, trató S. M. d-e que sie hiciese luego y para ello, a imitación del emperador Constantino •e'l _Magno, llevó sobr•e sus hombros doce pie,dras. Y, movidos de su -ejemplo, hicieron lo mismo los manies o grandes señones y los caballeros de la corte, con que s,e acabó presto la sacristía. Ese: santo templo es muy devoto y en él preside la sagrada imagen de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, Patrona de toda nuestra Seráfica Religión y muy particular– mente de esa éúpostólica misi_ón y Custodia del Congo, pues, como se puede notar, ,en todas sus tormentas de mar y en todos sus trabajos de tierra siempre necurrieron a María Santísima y hallaron en su am– paro la segurida,d, e'l alivio y to-do consuelo. 7