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"En la Aguada hubo en los principios de su fundación otro con– vento del señor San Francisco... y deshízose aquel convento por– que los indios caribes, que entonces infestaban mucho la isla, mar– tirizaron cinco religiosos a flechazos, de que no he podido sa– ber los nombres por la antigüedad y falta de archivos y papeles, pero es cierto que fue la causa de su despoblación el martirio de estos santos religiosos". Pero este texto es de 1647, más de un siglo posterior a los su– puestos acontecimientos que narra. La denuncia del padre Juan Infante Los franciscanos ejercen su ministerio en las tres primeras po– blaciones del Puerto Rico colonial: Villa Caparra, San Germán y Aguada. Ovando los quería enviar para que "bapticen los indios e confiesen e den los sacramentos a los christianos". Además de es– te ministerio sacramental, los franciscanos promueven el de la ense– ñanza, típica de la Orden en el Caribe a lo largo de toda aquella épo– ca. Ya en 1511, las autoridades de Puerto Rico habían sido instrui– das acerca de cómo "conviene que se tomen los más niños indios que se pudieren para los doctrinar y enseñar, como se hace en la isla Española". En 1517, el provincial fray Pedro Mejía, de quien dependían los franciscanos de Puerto Rico, informa que sus frailes "suelen an– dar vesytando las dichas estancias" de los españoles, donde trabaja– ban los indios. Estas visitas les ponían en contacto con las condi– ciones -en general lamentables- en que se hallaban los indios en– comendados. Hacia 1517, un grupo de franciscanos de Puerto Rico redacta un informe, firmado por fray Juan Infante, de contenido claramente social. Estos frailes, muy sensibilizados ante la explosiva situación de Puerto Rico, denuncian con valentía los abusos: "Un capitán mandó a unos indios que matasen a otros indios, y ,mataron un cacique y cerca de otros veinte principales... Los cris– tianos tienen los indios repartidos en muchas partes, donde mue– ren de hambre y trabajo". El padre Infante afirma en su memorial que "por el poco fruto y muchos desafueros" que se hacían en Puerto Rico, "el padre nues– tro comisario general mandó que todos nuestros fraires ... se vinie– sen". Probablemente, el motivo más decisivo de la retirada de los franciscanos de Puerto Rico fue la urgente necesidad de repliegue que la Provincia de la Santa Cruz experimentó ante la rápida dis– minución de su personal, pues en el año 1516 sólo contaba con do– ce sacerdotes; pero es significativo que se aduzca una situación de 71