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"E porque es razón que en esa dicha isla haya flaires e clérigos que administren los dichos sacramentos e curen de lasa– lud de las ánimas de los cristianos que en ella hay, luego en llegando procura– réis con la más diligencia que ser pueda que se haga en la dicha isla un monas– terio de flaires de San Francisco, porque es religión e personas de quien se recibe muy buena dotrina e mucha consola– ción, y ansimismo procuraréis que se en– comience luego la capilla que se ha de hacer en ella, en que pueda estar el sa– cramento seguramente... Y el moneste– rio, por pequeño que sea, bastará, según es la isla". Escudo de la Villa de San Francisco de Asís de Aguada. La presenciafran– ciscana en los orígenes históricos de la región de Aguada es indudable, si bien no está suficiente– mente documentada. Gracias a un curioso incidente, se sabe con certeza que en Villa Caparra hubo mo– nasterio franciscano hacia 1514. Del inci– dente nos informa una carta escrita por el tesorero Andrés de Haro en el año 1515. Dice: "Un sobrino de la mujer de Ponce de León dio ciertos palos a un alcalde ordina– rio, y no pudo ser preso, porque luego se fue al monesterio". El único monasterio que en aquella fecha podía haber en Capa– rra era el franciscano, pues el dominico se construyó en fecha posterior, después del traslado de la villa, yn 1521, al actual emplazamiento de la capital, San Juan. Dicho monasterio no era más lujoso que el "palacio" del señor obispo, pues se reducía a un simple bohío, similar al que levanta– ron los frailes cuando se establecieron de nuevo en San Juan en el año 1634, que era un chamizo cubierto de yagua. Por esta misma época, entre 1513 y 1515, parece que llegaron a Puerto Rico varios franciscanos más. El provincial de Santo Domin– go trajo al Caribe una buena barcada de frailes, los cuales, según una real cédula, venían destinados "a la isla Española e de San Juan" (Puerto Rico). Dos documentos más se expresan en el mismo sentido. También, en esta primera época del siglo XVI, hay indicios cier– tos de presencia franciscana en la región occidental de la isla, en San Germán y Aguada, y más concretamente aún, en el barrio Es– pinar de Aguada. La afirmación más explícita a favor de dichas fundaciones es la del cronista Torres Vargas: 70