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Plano ideal de la ciudad de Santo Domingo. De mediados del siglo XVII. Ubicación del convento de San Francisco: en el ángulo superior izquierdo del recinto murado. Expediciones franciscanas al Caribe Impulsada desde Europa por los Superiores Generales, en espe– cial por los padres Olivier Maillard, Marcial Boulier y Francisco de los Angeles Quiñones, y favorecida ante la Corte por el también franciscano cardenal Cisneros, la Orden orientó su dinámica misio– nera preferentemente hacia el recién descubierto continente ameri– cano. El flujo de las expediciones franciscanas al Nuevo Mundo en las dos primeras décadas del siglo XVI es, en efecto, intenso tanto por su frecuencia como por el número de religiosos que las integran, al extremo de que, en una lista oficial de Provincias confecciona– da en el año 1506, la de la Santa Cruz de las Indias es descrita co– mo "la Provincia de las Islas... a la que navegan ahora muchos frai– les". Si del Viejo Mundo empujaban bien, del Nuevo no tiraban peor. En el año 1508, por ejemplo, fray Antonio de Jaén se trasladó de 30