BCCCAP00000000000000000000764
Y supo mantenerse fiel, avanzando siempre por el mismo cami– no de una entrega total, hasta la muerte. Esta le llegó en el año 1572. Podía morir tranquilo, pues había cumplido al pie de la letra el más entrañable ideal de su vida: servir a los vencidos. Estos no olvidaron que aquel fraile esbelto y tartamudo, humilde y genial, piadoso y práctico al mismo tiempo, había quemado generosamen– te su vida por ellos, y quisieron -agradecidos- perpetuar su me– moria pintando su figura en los templos que él y su Orden cons– truyeran: en la capilla de San José y en las iglesias de los princi– pales conventos franciscanos de Nueva España. El pueblo posee un certero instinto para discernir quiénes son los hombres que saben amar y servir a los humildes y necesitados y, a la postre, siempre los exalta y glorifica. 133
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz