BCCCAP00000000000000000000762

_¡ Bueno, hombre, bueno!. Pero quítate, que me vas a ahogar y... no es para tanto la cosa. Decía Celestino después de haberle besado y procurado con sus manos arrancarle de su cuello. Ni Jonatás y David se amaban más de lo que Celestino y Ángel se querían. Éste, desenlazado ya de su amigo Celestino le manifestó: _No sabes cuánto me has hecho sufrir con tu tardanza. Me asomé muchas veces al balcón y como viera que la tarde se pasaba y tu no venías, me puse a tocar y luego a cantar. Celestino jovial y animoso, elogió a su amigo: _¡ Y vaya! que lo hacías con un sentimiento que, de no estar yo tan alegre, me hubieras hecho llorar. Replicó Ángel muy sentimental: _Pues por no llorar, comencé a cantar. Son tales las ansias de mi corazón... Delante tengo mi llamamiento... y también la guerra que me ha de hacer mi madre... _Eres terrible, Ángel, siempre andas con la misma cantinela. _j Sí, cantinela!. Escucha, escucha lo que te voy a decir. -Le cuenta lo de la esquela de la Marquesita de X, y añadió: _Dime tú ahora, querido amigo. ¿No tengo razón para temer?. ¿No ves cómo quieren cazar a mi alma, cual se caza la nacarada mariposilla?. ¿No ves qué emboscada me prepara el enemigo?. _Y ¿no ves, Ángel, que Semana Santa ya pasó?. Por consiguiente, deja de lamentaciones y atiende... _Pero que no sea para escuchar lo de siempre. -78-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz