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_Mayor enemigo que los antropófagos deben ser los protestantes para el misionero católico. - Contestó Ángel-. _Así creo yo también, aunque no todos dirán lo mismo. -Asintió afablemente el religoso-. Dña. Remedios con un gesto autoritario a la vez que con una sonrisa. _j Bueno!. Aquí nos cansaremos de estar de pie. Haga usted el favor de pasar y quede con mi hijo mientras vengo yo. Dicho ésto, dió media vuelta y desapareció por unas escaleras. Ángel condujo al fraile al recibidor y ya sentados interrogó: _¿Es usted, sacerdote?. Porque, si lo es, quiero comunicarle una cosa. _Sacerdote no lo soy, pero, con todo, si puedo servirle en algo, estoy a su disposición. También en la Orden Capuchina tenemos religiosos sacerdotes. En nuestro convento de Salamanca se encuentran unos siete sacerdotes Capuchinos. Como en Salamanca había tantos curas y tantos religiosos de varias órdenes y diversos institutos, de no ser por un motivo especial, ni llamaban la atención, ni sobresalían tanto para fijarse en ellos. Por ésto no hay que estrañarse que Ángel preguntase. _¿Entran en la orden con la carrera de sacerdotes ya terminada?. _Algunos sí; pero la mayoría desde niños se educan y estudian humanidades y lengua latina y otros idiomas en un Colegio que tenemos con ese fin. Después pasan al Sto. Noviciado y, si se encuentran con fuerzas para abrazar nuestra regla y legislación, profesan y quedan admitidos en la Orden Capuchina. -69-