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hombre; un héroe; pues ¿dónde se muestra más refulgente la grandeza de la dignidad humana que en el sacerdocio?. ¿Dónde, más grande que lavar los pies a los leprosos, que introducirse en bosques desconocidos, que embarcar en el hueco de un árbol para ir en busca de almas y llevarlas al redil sagrado de la Iglesia?. ¡Ángel, ahí se ven los corazones magnánimos y generosos!. ¡Ahí se palpa lo que el hombre puede ayudado de la gracia!. _Por este camino me llevas con los infieles. _¿Qué?. ¿Te vienen deseos de Ir a cristianizados?. _Sí, eso mismo. Pero me ha picado la curiosidad de saber una cosa, ¿si quisieras decírmela?. _Ningún incoveniente hay; pues, Angel, sabes que yo, como verdadero amigo tuyo, tengo el corazón abierto para tí. _Si así es, cuéntame cuándo y cómo germinó en tí esa bellisima flor. _Te daré gusto, escucha: "Dos años hace hoy mismo que en el sueño de la noche mi fantasía voló al monte Calvario. Allí, rodeado de una infinidad de ángeles más resplandecientes que mil soles juntos, vi a Jesucristo pendiente de una Cruz, con su bendita cabeza recostada sobre el pecho. De la llaga del Costado, como de perenne manantial, brotaba sangre, Sangre Divina que serpenteando en infinidad de arroyuelos se deslizaba por toda la redondez de la tierra. También vi que la Stma. Virgen estaba en pie, junto a la Cruz. De cuando en cuando se inclinaba para recoger algunas gotas de aquella Sangre Divinizada, -9-