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no se me había ocurrió que quiere ser cura... Po buena se ha puesto su madre... ni aunque un demonio se le hubiera metió dentro... ¿Qué dirá Roque cuando lo sepa?... y ¿Disoteo y Periquín que tanto le quieren... ?. ¡Mía qué cosas ocurren en la vida!. .. ¡Recórcholis, recórcholis !. Mi señorito que es el más fanfarrón de todos los mozos de por acá y que nadie le echa la pata, quererse meter cura... ¡Recórcholis, recórcholis !. _¡ Pero, Andrés! -Le interrumpió una criada que iba a buscar unas ropas-. ¿Con quién hablas?. _Con nadie. ¡Recórcholis!. _Entonces te has vuelto bobo; pues los bobos hablan solos. _¡ Recórcholis, chica, no me insultes así!.¿Tú no te sueles poner a cantar cuando limpias los platos?. Pue ¿qué más me da a mí cantar que hablar alto mientras mi trabajo?. _¿Sabes por qué el ama está tan enfadá?. Porque ha ido a la cocina con una cara muy fea y sin decir na se ha sentao a leer un libro. _Yo lo sé too. Y ahí -apuntando a la habitación inmediata- en ese cuarto ha sucedido... ¡Mía!... Y le contó lo sucedido entre Dña. Remedios y su hijo. La criada tan pronto se echaba las manos a la cabeza, como hacía cruces o lanzaba al aire patéticas exclamaciones e interrumpía a Andrés su narración, expresada con prosopopeya y adornada con ciertos chistes característicos suyos. Contado el episodio; detrás vinieron los comentarios; y en los comentarios estaban, cuando los sorprendió Ángel. _¿Qué es lo que habláis?. _Pero señorito. ¿Cómo se le ha ocurrido ser cura?. -110-