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Se fue con prisas a la montaña 557 mos detalles, es una muy cuidada intervención del cielo, para ayudarnos en estas horas tan difíciles de la Iglesia y del mundo. Con tal finalidad, el cielo ha puesto delante de nosotros: A) Una nueva «epifanía mariana». B) Una llamada de atención hacia la Eucaristía. C) Un anuncio de cercanos «tiempos esc:itológicos». ¿Por qué lo primero? Porque bien puede ser que María sea nuestra última tabla de salvación ... En Garabandal, Ella se nos ha manifes– tado -se nos ha dado-, sobre todo, como «Madre nuestra». ¿Por qué ·lo segundo? Porque lo que menos puede dejarse oscurecer en la Iglesia, es la realidad de la presencia del Señor entre nosotros ... y es precisamente lo que empezaba a suceder, lo que sigue sucediendo. ¿Por qué lo tercero? Porque de hecho tales tiempos pueden estar ya a las puertas; porque no podemos perder de vista lo que repetimos en nuestro Credo: «Y de nuevo vendrá con gloria ... »; porque sin un vivo sentido de expectación, como ya observó Papini, la religión no puede mantenerse viva en el corazón de los hombres. * * * Sí, no podemos perder de vista el gran desenlace. «Los escritos bíblicos giran en torno a un drama teológico que se va desarrollando en toda la Historia y que refleja el designio salvífica de Dios, que busca constantemente al hombre, p_ara rehabilitarlo... Y desde los primeros capítulos del Génesis, hasta los últimos del Apoca– lipsis, se percibe una lucha sorda entre las fuerzas que se disputan el corazón del hombre. Este, ejercitando mal su libre albedrío, elige vivir separado de Dios, para afirmar así su auton::>mía.. . y, por otra parte, un Poder siniestro parece dominar la humanidad, buscando apartarla de su órbita natural: el Dios de la Creación, que dirige el Cosmos y la Historia.» (M. García Cordero, «Problemática de la Biblia», página 3, BAC, Madrid.) La _escatología es lo que se refiere al final desenlace de ese gran drama que es la marcha de nuestra Salvación. Y es cosa de preguntarse si Garabandal no tiene una cierta dimen– sión escatológica... Hay bastantes cosas en él que nos .alertan y nos ponen ante unos «últimos tiempos»: - la presencia y destacada actuación del arcángel San Miguel, que aparece en el Apocalipsis como el ángel de los supremos combates 1 ; ' Un postrer detalle en esta historia, que parece .bacabable.. . Loli está viviendo en estos años, asentada en Estados Unidos , todo el alcance de aquella locución de 1965 : «Si en adelante ya no me muestro más a .ti, es que te ha llegado la hora de sufrir. » Pero ha tenido unos días de paréntesis feliz en octubre de 1977: los días de su venida y breve . estancia en España, en su tierra de Santander. Más de un rato pasó con ella la señora de Gallardo, doña María Herrero. Y ésta me escri– bía el 30 de octubre:

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