BCCCAP00000000000000000000758
Se fue con prisas a la montaña 511 Le voy a dar por escrito el aviso que recibi durante la aparición del 1 de enero, cuando yo estaba sola en los Pinos. Un Aviso que abarcará al mundo Lo que escribió Conchita, dice así: El Aviso que la Virgen nos va a mandar. Será como un castigo: para acercar a los buenos aún más a Dios, y para advertir a los otros que, o se convierter:., o tendrán su merecido. En qué consiste el Aviso, no lo voy a revelG.r. La Virgen no me habló de que lo dijera .. . Y sobre esto, nada más. ¡Dios quiera que, gracias al Aviso, nos enmendemos y cometamos me– nos pecados contra El! El P. Laffineur, concluida la lectura de estas líneas, preguntó a Con– chita si tal Aviso causaría muertes. Ella añ3.dió entonces esta nota: De morir, no será a causa del mismo Aviso, sino de la impresión que tendremos al verlo y sentirlo. Si estos datos escritos por Conchita para e~ P. Laffineur, son escasos y tardíos, no fueron así los que ella dio a su tía y madrina Maximina González. A ésta le habló cuando aún estaba bajo la impresión de lo que acababa de saber en los Pinos el 1 de enero. Antes del milagro, habrá un aviso, para que el mundo se vaya enmendando. La noticia era de las fuertes, y Maximina quiso saber algo más. La sobrina se explicó como pudo, y de tales explicaciones se le grabaron a la tía éstas, que ha puesto por escrito: «Me dijo que íbamos a sufrir cualquier día un desastre horrible, en todas las partes del mundo. »De esto, ya no nos salva nada. Los buenos, para acercarse más a Dios; los malos, para que se enmienden. »No me dijo lo que era; pero sí que ella está esperándolo ya todos los días. Esto viene antes del milagro. »Dice que es preferible morirse a sufrir, cinco minutos sólo, esto que nos va a venir 2 • Dice que es horrible, que es cosa claramente del cielo. Lo sufrirán en todas las partes del mundo. 2 Según declaraciones tardías de Jacinta -recogidas por la revista neoyorkina «Needles», número de febrero de 1978-, el Aviso será de muy corta duración, unos minutos; pero ese poco de tiempo se nos hará tremendamente largo, por el dolor que nos causará... Vendrá sobre nosotros como un fuego del cielo, que repercutirá profundamente en el interior de cada uno: a su luz veremos con toda claridad el estado de la propia conciencia, «viviremos» lo que es perder a Dios, sentiremos la acción puri– ficante de una «llama» abrasadora... En pocas palabras, será como pasar por el Juicio Particular ya en vida, dentro de la intimidad :le cada uno. Esta PURIFICACION del Aviso será necesaria para dejarnos «en forma» de cara al Milagro; de otro modo, no podríamos resistir la sobrehumana y maravillosísima experiencia que en el Milagro habremos de te11er. Tal vez por eso, por no haber pasado previamente por el Aviso, ocurrió la temprana muerte del P. Luis María Andreu, S. J ., horas después de haber contemplado él solo, en la noche estival de 1961, lo que ni las mismas niñas videntes han contemplado todavía.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz