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Se fue con prisas a la montaña 155 pero él prefiri6 montar, conmigo, ya,que conmigo había hecho el viaje de ida. Tomó asiento delante, junto al conductor, José · Salceda; , detrás íbamos mi esposa Carmen,.mi hija •Mari Carmen (de ocho años) y yo. · «A lo largo del viaje íbamos comentando 1o que ,habíamos visto en aquel día.. • El P; Luis nos dijo que había cambiado impresion'es ·con el P. Royo Marín; y que. estaban de-acuerdo en todo. ,,Tanto mLesposa como .yo, y lo 'mismo José Salceda 1 •nos sentíamos impresionados por la profunda e intensa alegría ·del Padre, así como •por su seguridad., Elhablaba sin prisas, y repetía muchas ' veces estas fra.: ses: "¡Qué contento estoy!. .. Me siento pleno de dicha... ¡Qué regalo me ha hecho la Virgen! ...• .. Yo no•puedo tener ,la ·• menor, duda _- sobre la verdad :de lo que ocurre a· la.s:miñas .. ." '· .. »En Torrelavega ·alcanzamos .al "jeep'' que n.os había subido de Cosé sía a Garabandal; estaba parado, con gente de Aguilar de"Campoo. Nues 0 tro conductor se acercó a ver si necesitaban .algo, y él y el P. Luis estuvieron hablando -unos ,minutos con -los pasajeros.. , »Al .reemprender la marcha, yo· le dije al ,Padre: . "Padre; .¿por qué no trata de dormir un rato?" Aceptó lo sugerencia, y estuvo durmiendo durante casi una hora, hasta, poco antes ·de llegar a Reinosa::24."Eritonces despertó y dijo: !'¡Vaya'• SUeño más profundo, el que he tenido! ,Me encuentro estupendamente. Ni · .. siquiera ·estoy cansado". »Todos los •demás ·estábamos bien cargados ,de ·sueño¡ pue~ · eran ' la~ cuatro de fa .mañana. Nos detuvimos en' ·una fuente, para beber y re– frescarnos. •-El P..Luis preguntó después al•conductor si ·él •- fambién ha– bía .bebido, y JoséSalceda 'le contestó que había dado aguaa· sus ·· ojos, que eran los que tenían mayor necesidad... 2s »Nuevamente en marcha,- el Padre volvió a sus desahogos: "Me siento verdaderamente lleno de alegría, de felicidad. ¡Qué regalo me ha hecho 1a· Virgen[ ¡Vaya suerte tener una" Madre así én el ·cielo! .. : No debemos tener ningún miedo a la vida sobrenatural.. . Hemos· dé .apren– der a tratar a la Virgen como lo hácen las niñas. ¡Ellas nos ·han dado ,ejemplo!. :. 26 . Yo no puedo tener la mehot düda sóbre la verdad de sus 24. Importa~te ·población indt1strial al, suroeste de Santa,,der, ,en, pl~ri; c:ordillera. cantábrica; viene _a ser como la _ptiert¡¡ de. la próvincia .hru;ia la alta meseta caste– llana. Algo por encima de Reinosa, al ·noroeste; 'nace el Ebro, y un poco ·por debajo de ella, al este, sus aguas se remansan y acumulan en ·el embalse o pantano de su nombre. Desde ella . puede verse el cerro de Retort:llo, donde .han.· aparecido 'las ruinas de la que fue capital romana, frente a. los cánta_brcs, Juli9briga. , , .. . . Reinosa está sobre la carrete.ra y ferrocarril que .llevan, de Santander. a .Madrid, vía Palencia, · .. ,.. :·, ·• ··· •·., •_,,, -;,. •",·,, · :f . · -· · ' '· • •·' • . " -·• 25 Podemos completar estas escenas con algunos. :pormenores. · Alrededor de esta fuente, en las cercanías de Remesa, se detuvieron todos los coches que formaban la caravana, y todos los pasajeros salieron a estirar sus miem– bros - y refrescarse; sólo eLP. L\lis; quedó en .su asiento, a\lnque ·con la.- puerta .del coche abierta. Alrededor de .. él ,fueron agrupándos.e.,poco .·_ a .poco ·casi :todos Jos ·de- más, y le hacían preguntas... · ;• . Al cabo de un rato, se .reemprendió la mai;:-cha; .eL cocbe ,del ,padre -iba ,en últímo lugar. Al _ entrar por las calles . de la pol:>lación,, totalmente ,desiertas. a aquella horá; fµe ·cuando el padre empezq a decir esas cosas ..tan :imponantes, que nos transmite el señor Fontaneda, y que fueron los 'últimos desahogos y afirmaciones,, de aquel verdadero hijo de .San Ignacio. , •.. ., , ..,· ,. _,. , ... ,;, ,•: " 2ti El tratar de las niñas con la Virgen le parecía, ahora .alP. Andreu, ,después de su miserioso trance, como verdaderamenfe modélico o normativo. En cambio, ,lós
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