BCCCAP00000000000000000000756
50 ELíAS MARTÍN ¿SU TRABAJO? MISIONAR El convento capuchino de Valladolid tuvo una predilección por las «Misiones Populares», en sus formas más complejas (misiones populares...) y en las más sim– ples (sermones, patronales...). En mayo, día 3, de 1677, el Provincial de los Capuchinos de Castilla, P. Torre– cilla, ve bien que los misioneros de Valladolid puedan conferir los hábitos a los que quieran ingresar en la Venerable Orden Tercera (VOT), (hoy OFS: Orden Franciscana Seglar), privilegio que sólo hasta entonces detentaban los Guardianes Superiores de las casas religiosas. Este mismo Provincial promociona las «Misiones Populares» y son abundantes los misioneros que se dedican a tal apostolado en el convento de Valladolid. Tal es el empeño de este Provincial por esta causa que exonera al P. José de Cova– rrubias del cargo de Lector-Profesor para que se dedicase a la predicación popus lar. · Años antes, 1674, se hacía otro tanto con el P. Ángel de Madrid, que, conjun– tamente con los PP. Basilio de Salamanca, Manuel de Vitoria y «sus compañeros», misionan la provincia de Valladolid y zona limítrofes. En 1687, el convento capuchino de Valladolid comparte, con el de Salamanca, el privilegio de ser los abanderados en este campo misional. En 1692, se encontraban en el convento vallisoletano tres célebres predicado– res: PP. José de Valderas, Antonio de Oporto y Francisco de Esquivias. Y en 1694, el P. Miguel de Valladolid, residente en este convento capuchino, que tenía el tí– tulo de «Misionero Apostólico». El 8 de octubre de 1695, se enviaron «letras obe– dienciales» (permiso del Superior Provincial) a los PP. José de Illescas, Francisco de Esquivias y José de Enalda para que se dedicaran a misionar dentro y fuera de lo que abarcaba el territorio conventual. Y queriendo los religiosos de este convento arrastrar en este apostolado a otros compañeros, editan un opúsculo con este largo título: «Noticia del feliz tránsito del VP. FR. Feliciano de Sevilla , misionero apostólico, que participó a todos los con– ventos .. . El R. P. Felipe de Málaga... junto con carta que le dejó el venerable di– funto» (1722). Otro tanto hizo, pero esta vez con referencia a los pueblos que misionaba, el P. Juan de Soria, en 1736, también «Misionero Apostólico». Imprimió unas «Consti-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz