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38 ELíAS MARTÍN en su homilía explanó una estupenda lección de vida cristiana, ma– riana y social, estimulando a todos a trabajar por conseguir no sola– mente el bien material y económico, sino también, y sobre todo, el bien de la paz y la gracia del espíritu. Este acto fue presidido por las Autoridades sindicales y apadrinado por el Sr. Arquitecto, don Pedro Ispizúa, autor del proyecto del templo. Intervino también la Coral Va– llisoletana, que ofreció a los asistentes un concierto sacro, vibrante y emotivo-. La bendición del Viacrucis. El acto resultó, en verdad, de– voto, emocionante y variado. El R. P. Guardián del Convento, Gene– roso ele Barcenilla, celebró la santa misa y actuaron en la bendición los PP. Franciscanos, la Escolanía ele la Juventud Franciscana del nue– vo Santuario y predicaron sendas estaciones los Rvdos. Curas Párro– cos: de San Andrés, Carmen ele Delicia, Santiago, San Martín, San Juan Bautista e Inmaculada. El homenaje ele acción ele gracias a la Reina de la Paz por la Paz española, que se celebró el sábado por la tarde, día 16, fue el más cumplido coronamiento de las fiestas inaugurales. Lo presidió y apa– drinó el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia con su señora: actuó en la ceremonia religiosa el M. I. Sr. Deán ele la S. I. C. El Co– ro de Cámara «Santa Cecilia« obsequió a la multitud que llenaba el templo con un religioso Concierto Sagrado, que dejó, a decir del cro– nista conventual, «regusto exquisito ele bien en el ánimo de los asis– tentes». Las fiestas de la Inauguración del Santuario de María, Reina ele la Paz, han constituíclo un verdadero acontecimiento en Valladolid, que ha respondido con entusiasmo y fervor religiosos. Hoy siente que su esperanza, tan dilatada y probada, no ha siclo defraudada. La realidad responde perfectamente a las promesas. Valladolid cuenta desde aho– ra con un templo moderno y grandioso en una de sus mejores pla– zas y los PP. Capuchinos se ofrecen gustosos a los vallisoletanos en la nueva Iglesia ele María, Reina de la Paz, con los mejores deseos de un corazón franciscano: «Paz y bien« 31 . Para este momento inaugural, el P. Esteban de Cegoñal, Capuchino de la Fra– ternidad ele Jesús de Meclinaceli (Madrid) compuso un himno (octubre, 1965), que fue estrenado, según el «cronista del convento», en un «triduo» que se celebró en honor a la Virgen Santísima en enero de 1967 (del 22 al 24). La letra fue escrita por el P. Mauricio de Begoña, también capuchino y es como sigue: 31 BOCC, Vol. XVIII. Núm. 97. Septiembre-octubre, 1965, pp. 111-113.
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