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36 ELíAS MARTÍN efecto, salón de actos, y sus laterales, salones para catequesis y las actividades de las diversas asociaciones y grupos; y en la parte de atrás de la iglesia, encima de la sacristía, ya en la calle Divina Pastora, se levantará un edificio de 7 plantas, ca– da una de las cuales estará dedicada a una obra social; juventudes, hogar, escola– nía, apostolado de las Congregaciones. El convento será pobre y modesto haciéndose, eso sí, con capacidad mucho mayor de lo que exige la actual comunidad y ello pensando en un futuro. Así se lo hace saber el P. Guardián en una entrevista concedida al periodista Martín Her– nández («El Norte de Castilla»). En enero de 1965, se dan por terminadas las obras. «Cayó el telón». Así titula– ba uno de los diarios capitalinos el término de las obras. Y hablaba de su «aspec– to moderno y monumental». Haciendo resaltar la consonancia del edificio con el enclave que ocupa en la ciudad y haciendo constar que el mismo Ayuntamiento había intervenido en cierta ocasión para que la edificación de los Capuchinos tu– viera el empaque que el entorno exigía. Reconoce el periodista,·de nuevo Antonio Hernández Higuera, que él había es– tado de acuerdo en un primer momento con la mayoría de los religiosos Capu– chinos que querían una iglesia sencilla y franciscana en la calle de Panaderos y que ese tipo de construcción fue el aprobado en una primera instancia; pero que , ahora, reconocía que , dado el enclave, está mejor lo que veían sus ojos. La escultura del ábside, María Reina de la Paz, fue realizada por el artista ma– drileño Ramón Lapeyese, que hizo también las dos esculturas de los lados: San Jo– sé y San Francisco. El mural es obra de José Lapayese, hijo del anterior. El 3 de abril, los religiosos Capuchinos comienzan a mudarse desde la calle Pa– naderos a la Plaza de España. El 29 estaban ya acomodados en la nueva residencia y, en esa misma fecha , comienza el derrumbe de la casa-convento que habían dejado. Las obras de de– rribo terminan el último sábado de junio. La bendición oficial de la obra fue el 12 de octubre de 1965. Los periódicos to– dos de la ciudad hicieron de esta noticia el tema central de sus páginas. Pero prefiero la sobriedad del Órgano Oficial de los Capuchinos de Castilla a la hora de describir aquel acontecimiento. Dice así:

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