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Los CAPUCHINOS EN VALLADOLID 1630-1841 v 1944-1994 17 Hay una curiosidad digna ele destacar, por cuanto hace :-eferencia explícita a nuestro tema: el convento de los Capuchinos. Se trata ele la descripción que hace el agrimensor de los te-renos que iba a ocu– par toda la Estación de Ferrocarril: «Linda tocio el terreno entre el l\"orte y el Orien– te con la Fábrica de Gas y con la calle titulada RONDA DE Cl-_PUCHINOS; al orien– te con la calle de Panaderos en la parte an:igua al Portillo de la Merced, y con la huerta de Don Andrés Rojo del Cañizal, que fue convento de la Merced, al Me– diodía con la muralla de la ciudad». Abundando en el mismo aspecto, en otra parte de su do:::umento, el agrimen– sor dice que los terrenos que va a ocupar el Ferrocarril del Norte a su paso por Valladolid es «al Mediodía, con la muralla de la tierra ele Don Máximo Lino de Rei– nosa; entre Poniente y Norte con otra del convento de La Laura, con los edificios existentes del Convento DE CAPUCHINOS pertenecientes al Excmo. Ayuntamien– to y con la verja que está en la entrada de dicho vivero limitan::lo el Paseo de Re– coletos» El 11 de agosto de 1857, el Ayuntamiento de Valladolid somete a la delibera– ción de los ciudadanos si los terrenos para la construcción del Ferrocarril del Nor– te debían dárselos gratis, como se había pensado en un prin:::ipio o, si por el con– trario, debía cobrarse según lo estipulado. Se tiene conocimiento de una carta de contestación a esG- propuesta del Ayun– tamiento por parte de Don Máximo Lino de Reinoso, una de cuyas fincas quedaba dentro de lo que habría de ser Estación de Ferrocarril, fecha::la el 24 de agosto de ese mismo año, 1857, y en ella aduce razones varias para que se cobre a la Com– pañía C:::incesionaria por los terrenos. El Ayuntamiento acaba haciendo caso a los que así peLsaban y advierte a la Compañía Concesionaria del Ferrocarril de esta su última dec:sién. La Compañía no ve nada bien esta decisión y recurre al Gobierno Central, que da la razón al Ayun– tamiento, y entre demoras y recursos, la Concesionaria acab¿ pagando lo estipula– do, al tiempo que se queja del coste que le ha supuesto colocar allí la Estación. Advierte que le habría salido más barato haberla construido algo más lejos de la ciudad, que es lo que la Compañía había pensado en un prin:::ipio, pero que se ha– bían decidido por el actual emplazamiento del ex-convente de los Capuchinos a ruegos del Ayuntamiento y fiados en la cesión gratuita de los terrenos. Es cierto que el convento de los Capuchinos aún estaba =n pie en el 1859, por cuanto en este año, el 5 de diciembre, hay una comunicacicn ::le la Dirección del

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