BCCCAP00000000000000000000754

«3l:ARAN ATHA)). ¡ EL SEÑOR VUELVE! Precisamente, en esa importantísima parábola del Trigo y la Cizaña, que tiene su final en las pala– bras que acajamos de transcribir, aparece una clara distinción entre el Reino del Hijo del hombre y el Reino del Padre Celestial. El primero ha de durar cierto tiempo, promoviendo a los suyos, dominando a l.os contrarios ... El segundo viene cuando la obra del Mesías q·.1.eda ya plenamente realizada, y él pue– de entregar gloriosamente al Padre a todos los que ha logrado salvar: En el tiempo de la última siega se hará la definiti– va separació:i entre el trigo y la cizaña: -«El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino a todos los escandalosos y a todos los obradores de iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego: ¡allí será el llanto y el rechinar de dientes! En cambio, los justos brillarán como el sol en el Reino ee su Padre» (Mt. 13, 41-43). - 75-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz