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EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA la renovación mesiánica que se manifestará al fin del mun– do; pero que comenzará ya, de un modo espiritual, con la resurrección de Cristo y su Reino en la Iglesia... Se habla de 'juzgar', en el sentido bíblico de 'gobernar'. Las 'doce tribus' designan al nuevo Israel, que es la Iglesia". Con todo respeto para los acreditados especialistas que han prepa– rado dicha Biblia, tengo que decir que su explicación no me satisface; ni veo por qué ha de entenderse todo en un sentido puramente espiritual... Me parece que dejan no poco desvaída, en una realización inconcreta, la categórica afirmación o promesa de Jesús. ¿Hay para ello verdadera necesidad? Además, ¿qué Regeneración o 'palingenesia' va a tener lugar 'al fin del mundo', si entonces todo habrá de ser consumado? Para que la Regeneración prometida tenga entidad y sentido, habrá de ocurrir antes, antes de que todo acabe. Se impone la neta distinción entre Fin de los Tiempos y Fin del Mundo... Aún me parecen menos satisfactorios, comentarios como el de Nácar-Colunga: "Las doce tribus de Israel son aquí, en expresión figurada, la universalidad de los seres humanos", con lo que dan por supuesto que Jesús se re– fiere al Juicio último, en el que habrán de congregarse ante El todos los hombres. ¿Por qué dar a los textos una interpretación forzada, si pueden entenderse de modo más literal, en el sentido más acorde con la normal significación de las palabras? En misteriosa correspondencia con la promesa de Je– sús a los Doce, respecto a las doce tribus de Israel, hay otra declaración de S. Pablo que apunta a los 'cristianos' de verdad, en orden a los demás pueblos: "¿No sabéis que los 'santos' han de juzgar al mundo? Pues si vosotros vais a juzgar al mundo un día..." (1 Cor. 6, 2). - 70-