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EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA Volviendo a eso de la segunda afirmación, de que en la próxima Parusía habrá ya 'juicio', yo me pregunto: ¿No apuntará esto a lo que se llama más de una vez 'Juicio de las Naciones'? (Salmo 110, 1-6; Sb. 3, 8). El Juicio Final será el definitivo juicio de 'los hombres', en cuanto personas libres y responsables, que deben dar cuenta de lo propiamente suyo, lo individual e intransfe– riblemente suyo... , para quedar ya así, cada uno, para siempre, salvados en la VIDA, o perdidos en la MUERTE. Pero la realidad humana no tiene sólo dimensiones per– sonales o individuales; en esa inmensa y compleja realidad cuentan también, y mucho, la presencia y actuaciones de los 'grupos'... Los comportamientos personales recibirán su adecua– da sanción con la salvación o condenación eternas; pero los 'grupos' no se salvan ni se condenan; los grupos de ahora no desembocan en la eternidad como las personas... Y, sin embargo, también los comportamientos comunitarios o colectivos deben ser, en estricta justicia, oportunamente sancionados: si no puede ser en la Eternidad, habrá de ser antes, en el Tiempo. Entonces, no parece infundado el suponer que el Sefior Jesús, en su próxima Parusía, tenga en su programa lo de de su Maestro, no alcanzarían a ver ni uno solo de los días de ese Triunfo... , porque su llegada se iha a diferir mucho más de lo que ellos creían. Pasarían ellos mucho antes de que acabasen de pasar 'los tiempos', y se produjem el gran Retorno del que habían visto mar– char (He. 1, 11). Por eso les previene a tiempo el Maestro de que no llegarán a ver aquí ahajo ninguno de sus días gloriosos, y de que, en consecuencia, no deben dejarse sacudir por sobresaltos de expectación: «Cuando os ,digan: 'El Cristo está aquí', o 'Vedlo allá'..., no os mováis, ni echéis a correr. El se mostrará en sii DIA súbitamente, como el relámpago que brilla de golpe en el ámbito del cielo" (Le. 17, 23; Me. 13, 21). - 68-