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EUSEBIO GARClA DE PESQUERA al mundo (Rm. 3, 26) y el de su Vuelta (1.ª Cor. 1, 8) va discurriendo un tiempo intermedio (Rm. 13, 11), que es el 'Día de la salvación'. Es el tiempo apto para la conversión (Hech. 3, 19... ), concedido por Dios para que el 'Resto de Israel' (Rm. 11, 5) y también los pueblos gentiles, 'las naciones', tengan la oportu– nidad de salvarse... Aun siendo de duración incierta (1.ª Ts. 5, 1), este tiempo de peregrinación ha de ser considerado como 'breve', con muchas tribulaciones o sufrimientos que preparan la gloria futura. Vamos hacia el Fin, y hay que velar, y emplear bien el tiem– po de que disponemos ... , dejando a Dios el cuidado de hacer la justicia definitiva». Segunda, fase: quedará inaugurada por la Vuelta, en gloria, de Jesús; Vuelta que producirá, como pri– mer efecto, la resurrección de los que en El creye– ron, y con la esperanza puesta en El murieron. Esto de la l.ª Cor. 15, 23, que venimos considerando -«La resurrección tiene su orden: primeramffate) Cr-isto) como primicia o Adelantado de todos; luego, los de Cristo, cuando El vuetva; y después, el Fin... »- lo precisa aún más el mismo S. Pablo en la 1.ª Ts. 4, 15-17: «Os decimos como Palabra, del Señor) que noso– tros, los que vivamos, los que aún quedemos para la Venid-a del Señor) no vamos a adelantarnos a los que ya han muerto; pues el Seriíor mismo, a señal dada por la voz de un arcángel y al toque de la trompeta - 60-