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EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA LA VICTORIA TOTAL SOBRE LA MUERTE Y LA ENTREGA DEL REINO A DIOS PADRE La victoria sobre la Muerte tiene que llegar como una exigencia ineludible de la Salvación. Porque el Cristo vino a nosotros para destruir la obra del Pe– cado, en el hombre y en el mundo; siendo la muerte la última consecuencia del Pecado en cada criatura, no quedará éste, el Pecado, cabal y definitivamente destruído, mientras cabal y definitivamente no sea eliminada la Muerte. Esa victoria última sobre la Muerte será la Re– surrección general de muertos: «En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final -pues sonará la trompe– ta-, los muertos resucitarán en carne incorrupti– ble ... Porque, sí, es necesario que este ser nuestro corruptible se revista de incorruptibilidad y que este ser nuestro mortal se revista de inmortalidad. » Y cuando este ser corruptible se revista de inco– rruptibilidad, y este ser mortal se revista de inmor– talidad, entonces quedará bien cumplida la palabra que tenemos escrita: 'La muerte ha sido absorbida por la Victoria'. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde queda, oh muerte, tu aguijón?... ¡Gracias sean dadas a Dios, que nos ha corncedido la victoria en nuestro Señor Jesucristo!» (1.ª Cor. 15, 52-57). -230-