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EUSEBW GARCH l.}E PESQUERA 2.ª Yo, sinceramente, no encuentro razones para descartar una Regeneración cósmica antes de que llegue la final y plena Transformación. «Regenerar» es volver a su ser primero y autén– tico, algo que ha «degenerado»: o por deterioro, o por mal uso, o por desviaciones de su verdadera finalidad. En cambio, «transformar» es 'transmutar una cosa en otra'; no se la «modifica» (conservando su propia identidad), sino que se la hace otra. La Palingenesia que ha de traernos el Señor con su Vuelta, sería entonces la reinstauración del hom– bre y de las cosas en su primero y auténtico ser: el que recibieron de Dios, y precisamente en el mejor momento de la Creación: el del Paraíso terrenal (Ef. 1, 9). Y, en consecuencia, no tendríamos entonces el «fin del mundo», porque este mundo de ahora segui– ría ... , pero rescatado y liberado de su secular dete– rioro, moral y físico. El verdadero «fin del mundo», de este mundo, vendría con la gran CONSUMACION: no por una 'aniquilación' del mismo, sino por su Transforma– ción total: «nuevos cielos y nueva tierra». El Uni– verso de entonces habrá de responder plenamente al estado de final y total BIENAVENTURANZA en que habrán entrado ya los «hijos de Dios». - 210-