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EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA LOS VIEJOS VATICINIOS MESIANIOOS «Habitarán juntos el lobo y el cordero; la pantera se tumbará con el cabrito; el novillo y el león pacerán juntos: y un chiquillo los podrá pastorear. La vaca pastará al lado del oso, y sus crías se acostarán entremezcladas; el león comerá paja (hierba seca) con el buey... Cualquier niño podrá hurgar en el agujero del áspid, y meter la mano en el escondrijo de la víbora» (Is. 11, 6-8). La razón de este sorprendente cambio, que borra todo vestigio de la situación que ha conocido el mundo desde hace tantísimos siglos, la apunta el profeta a continuación: «No habrá ningún daño ni estrago por todo mi Monte Santo, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, como es-tá colmado de aguas el seno del mar)) (v. 9). Con razón anota la 'Biblia de Jerusalén': «La re– belión del hombre contra Dios había roto la armonía entre el hombre y la naturaleza, además de romperla entre hombre y hombre ... La Era Mesiánica, trayen- - 198 -