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K!MA!U.N A'lrlf[All. j EL SEÑOR VUELVE! «No se levantará en armas una nación contra otra, ni los '¡YUeblos se ejercitarán ya para la guerra». (Is. 2, 4). « ¿Puede usted decir en serio que esto ya se ha cumplido cor. la aparición de Jesús de Nazaret? Des– pués de él, ¿el mundo no ha seguido, poco más o me– nos, como ames? «Pues si esas palabras, inspiradas) sobre el Me– sías y sus tie..."Tipos siguen sin cumplirse, es que El, 'el que había de venir', aún no ha venido. « ¡Y si fueran esas palabras sólo!. .. Hay otras muchas, del mismo pmfeta y de los demás libros san– tos, que están como ésas: sin haber tenido cumpli– miento». La argumentación del rabino parece terminante. Ya sé lo que ;mede oponérsele desde el punto de vista cristiano: qu,e hay que hacer una conveniente exége– sis de esos textos, tan llamativamente literarios (so– bre todo, Is. :.1, 6-9) ..., que es evidente, por otra parte, el cumplimiento en Jesús de otros pasajes mesiáni– cos, etc. Para salvar dificultades, a veces muy serias difi– cultades, los teólogos y escrituristas de la Iglesia, desde hace muchos siglos, se han esforzado en dar a los textos más difíciles un sentido y alcance eminen– temente esp:.ritual; más de una vez, exclusivamentd espiritual. -17 -