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EUSEBIO GABCXA DE l.'lllSQUERA hasta los mármoles grecorromanos, que han re– sistido durante milenios, hasta las piedras de nues– tras catedrales, que han desafiado el paso de los siglos ...-, tenía que salir inevitablemente a colación lo que está en el origen y de esta contaminación: 4. El 'JYl"Oblema del desarrollo científioo-tecnológico Este famoso desarrollo, del que tan orgullosos se muestran los pocos pueblos 'desarrollados', y al que tanto ansían llegar los que están por debajo (los «sub» de un 'tercer mundo'), de momento parece que aporta salud, bienestar y riquezas ... Pero ¿a dónde conduce de verdad? Quizá no tengamos que aguar– dar demasiados años para experimentarlo : algunos ya lo ven. No está sólo en contra nuestra la creciente conta– minación material, está también todo un conjunto de factores de otra índole, que llevan a hombres y pue– blos camino del desastre: la masificación, la destruc– ción de todo 'valor' y jerarquía, el desmoronamiento de la familia, el pansexualismo, las drogas, el terro– rismo, el desquiciamiento de la juventud... Todo esto, favorecido y cultivado por el absurdo y antinatural modo de «habitar» que nos ha traído el falso desarrollo científico-técnico-industrial. Por– ciones cada día mayores de seres humanos se haci– nan en monstruosas aglomeraciones urbanas, con -184-