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<!:MARAN ATHA». j EL SEÑOR VUELVE! Está fuera de toda discusión que en las Páginas Sagradas hay anunciada y prometida una REGENE– RACION cósmica, una Renovación general: del hombre y del mundo que el hombre habita. Dicha Renovación es designada en los textos ori– ginales del Nuevo Testamento con el término griego de «palingenesia»: regeneración de todo. Y tenerr:os que volver, una vez más, a las pala– bras tan importantes de San Pedro en He. 3, 20-21: «Arrepentíos ... , convertíos ... , para que del Señor venga un m:.evo Tiempo de Consolación, y El os reen– víe al Mesías que os había sido destinado, JESUS, a quien por ahora debe retener el Cielo, hasta que lleguen los días de la REGENERACION universal; de la cual Dios habló por boca de sus santos profetas». Pedro, después de Pentecostés, está ya en condi– ciones de entender un importante dicho de su Maes– tro, que antes, de seguro, le había resultado no poco enigmático: «Os doy mi palabra de que vosotros, los que me habéis seguido, cuando llegue la Regenera– ción, y el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, también vosotros os sentaréis en doce tronos, para juzgar (regir) las doce tribus de Israel» (Mt. 19, 27-28). Y también aquí aparece la e:Xtendidísima tenden– cia a retrasar o referir al «Fin del Mundo» todas las - 175 -