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«:MA.R!IP! A1rHAll. ¡ IEL SEÑOR VUELVE! litas (esta porción de la humanidad, con misión de custodiar la Verdad hasta que, cumplidas las setenta semanas de años del profeta Daniel, llegara el miste– rioso momento de «la plenitud de los tiempos»). Para ello fueron sept:,,rados por Dios de entre las gentes. Je– sucristo, rein2.ndo sobre eUos, había de iniciar su reino sobre la Humanidad. Al estar ésta totalmente sometida, y cumplida la misión redentora de El, des– hecha la obra del príncipe de este mundo, la Huma– nidad, o sea, su reino, habrút sido entregada al Padre. El reino divino, progresivamente, se habría intro•• ducido y doninado a la Humanidad, y sus más fieles servidores y adalides estaban destinados a ser los israelitas. Había de ser un reino diferente de todos los reinos de la tierra, infinitamente superior; su única imagen es la Iglesia católica. Los hebreos estaban destinados a ser los he-r1vwnos mayores de 1 la, Humanidad, a ia que habrían enriquecido comunicando sus tesoros de la Ley Divina, guardada durante siglos, en espera de su comple:a perfección por obra dél Mesías pro– metido, dominador espiritual (lo que equivale a decir total) de todas las gentes. Al ser rechazado Jesús por su pueblo, no podía dejar de fundar su Reino de s.a.lvación, y lo fundó sobre Za parte del pueblo hebreo que le siguió fiel; y sobr·e los gen.tiles, que vieron abrirse para ellos una puerta antes cerrada, quedando por la prevaricación -161 -