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EUSEBIO GARCIA Illl PESQUERA en segundo lugar, al acabarse entonces la Histo– ria, se acaban también todas las historias ... ; y sería ridículo que Jesús tomara entonces posesión de un Reino al que ya le falta toda entidad: ni pueblo, ni es– pacio, ni duración (todo esto pertenece al Tiempo, y el Tiempo entonces será definitivamente reabsorbido por la Eternidad: ya no habrá más Reino que el del Padre, Dios bendito, «todo en todos» (1 Cor. 15, 24 y 28); y en tercer lugar, tenemos una multitud de pro– fecías sin cumplir sobre Israel pueblo y sobre Israel tierra, profecías que, naturalmente, exigen cumpli– miento antes de'l. Final, antes de que todo lo de aquí y ahora acabe; cumplimiento llevado a cabo precisa– mente por la acción de un Mesías Rey que aún se si– gue esperando ... Todo nos lleva, me parece, a la seguridad de que Jesús, único Mesías-Rey-Salvador, de Israel y de los otros pueblos, de Todos y de Todo, tiene que VOL– VER a nosotros, 'con gran poder y gloria', con no menor amor... Y su VUELTA no puede retrasarse hasta el Fin del Mundo, cuando ya sólo haya lugar para la CONSUMACION. Si su primera Venida fue en la «plenitud de los tiempos» (Gal. 4, 4), su VUEL– TA marcará el «fin de los tiempos», de los tiempos de los gentiles: larga etapa de misericordia concedidi:1, a los pueblos y hombres 'alienados' (Ef. 2, 12) para su entrada en la Historia de la Salvación. -140 -