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EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA te S. Pedro, para que cada uno fuera reparando por la conversión personal la terrible equivocación come– tida entre todos: «Arrepentíos, convertíos a El, para que vuestros pecados sean borrados de vuestra cuen– ta, y así venga del Señor Dios un nuevo Tiempo de Consolación, con el reenvío del Mesías que os había sido destinado) JESUS, a quien por ahora debe rete– ner el Cielo ... ». Estas palabras de Simón Pedro a sus connaciona– les, cuando se estrenaba como cabeza y guía de 'los de Jesús', son la mejor réplica, explicatoria y confir– matoria, a lo anunciado por S. Pablo como razón de que 'todo Israel, al fin, sea salvo': « Vendrá un Li– bertador, que deje a Jacob sin impiedades». Aquí nos tenemos que hacer una nueva pregunta: La Reaparición o Parusía del Mesías Jesús ¿será la causa de que Israel se convierta, o vendrá a coronar esa conversión, con la Restau– ración total del Pueblo Elegido? Me parece que no es fácil una respuesta convin– cente. No faltan en las páginas sagradas ciertos textos que ayuden a e'sclarecer la cuestión; pero están carga– dos de misterio, y yo me siento incapaz de adivinar su cabal significado. - 128 -