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EUSEIJIO CARCIA DE !? ESQUF.XU muestra su reacción ante los avisos de Jesús sobre el final de Pasión que le esperaba ... (Mt. 16, 21-23; Me. 8, 31-33; Le. 9, 44-45). Aún después de la Resurrec– ción, pero antes, naturalmente, de la venida del Es– píritu Santo, que 'les hizo entender todo', los discípu– los de Jesús seguían sin poder explicarse eso de un Mesías 'sacrificado' ... ; y hubo su resucitado Maes– tro de hablarles varias veces sobre el tema: « ¡Oh insensatos y tardos de corazón para admitir tantas cosas dichas por los profetas! ¿No era necesa– rio que el Mesías padeciera todo eso, para así entrar luego en su gloria?' Y, empezando por Moisés y si– guiendo por otros profetas, les explicó lo que había sobre El en todas las Escrituras» (Jesús a los de Emaús, Le. 24, 25-27). «Estas son las cosas que yo os decía cuando aún me teníais con vosotros ... Que estaba escrito que el Mesías había de padecer, aunque para resucitar de entre los muertos al tercer día; y luego predicar en su nombre la conversión, que alcanza el perdón de los pecados ... » (Jesús en una última aparición, Le. 24, 44-48). Así quedaba convenientemente aclarado el descon– certante misterio del Mesías en su primera presen– tación. 2. Los judíos fueron incapaces de entender ese primer 'misterio' del Mesías, y así, contribuyeron a su realización, según los designios de Dios. Su 'in:fideli- -106 -