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TEMPORAS DE PRIMAVERA 669 A la puerta de la estaci6n aguardaba una lucida represen– tación de las chicas y bastantes personas mayores. Y ,entre los que venían y los ,que esperaban se formó en seguida un animado grupo rodeando a1 P. Fidel. Mientras alguien se ponía a la ,cola para sacarle billete, pasaron todos los demás a los andenes. El Padre Fidel se ,encontraba viole:1to: por un lado sentía, hasta un grado difícil de e~plicar, el separarse de todos aquellos a quienes amaba; y, por otro, estaba deseando que llegara 1 cuan– fo antes el tren por no ,a,largar la penosa situación. Al fin, un ,estridente silbido, y el rápido Madrid-Gijón se dejó ver allá al fondo, avanzando a buena marcha. Habían lle– gado los minutos de mayor nerviosismo ... Las chicas besaban el cordón al Padre, y a los chicos les daba él un cordialísimo abrazo ... Paró el tren. Unos segundos de espera a que descendiesen los viajeros que venfan a León, e inmediatamente subieron Ne– grete y Dato Gómez a coger sitio para el Padre. Detrás subie– ron también dos maletas y unos bultos {las chicas no habían sido parcas en llevar cosas: bocadillos, cajas de bombones. pas– tas... Lo di.fícil sería al bajar en Gijón con toda aquella imped.i– menta, pues el obsequiado seguramente no probaría nada en el viaje). Los diez minutos de parada del tren se hacían extrañamente pesados ; ni ,el P. Fidel, ya arriba,· en la ventanilla, ni' los que a~ardaban en el andén, ,acertaban a decir nada que tuviese interés o disminuyera la tensión, casi no hacían más que mirarse o tratar de sonreír. Por .fin, el tren ,oomienza a moverse ... Ahora sí que ,es el final. El P. Fidel, má.s ,con los ojos ,y con las manos que con la voz, va diciendo el adiós definitivo a los suyos mi,entras los puede ver; .. Pronto el ti:,en se curva en su acelerada marcha, y ,ellos desapá.í:ecen, y él también desaparece. Todo ha concluído. No pocas de las chicas de,l andén tienen que llevarse el pañuelo a los ,ojos: también algunos muchachos están a punto de lágrimas, pero tratan de hacerse .fuertes. El aturdimiento y la tristeza son ,generales. Todo ha ocurrido ,como un súbito despertar después ¿e hermoso sueño. Parecía que «aquellon no había de llegar nunca... Y, sin embargo, allá iba

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