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TEMPORAS DE PRIMAVERA 645 Durante los días de esta espera se tuvo la gran excursión anual de ambas Juventudes. En el .ánimo del P. F,idel no había muchas ganas de fiesta, pues estaba aún muy reciente el falleci– miento de Josefina; pero no se debía a sí mismo, ,sino a los demás. La excursión fué el segundo dormingo de julio ; meta de la misma: e~ .famoso puerto de Pajares, en las cumbres que separan Asturias de León. Salida de madrugada, en el correo expr,és Madrid-Gijón ; los acostumbrados .cantos y bullicio en los departamentos r,eserrvados para los excursionistas; aún bien temprano, !legada a Busdongo y pie a tierra... Luego, carretera adelante, llevando a la espalda o en la mano la simpática impedimenta prnpia de una buena jornada campes:re. Aquella marcha matinal, respirando el aire purísimo del lugar y de la hora, s•entaba perfectamente a los pul– mones y al espfoitu. El sol iba ascen.diendo poco a poco sobre los ingentes picachos de aquellas serranías,· y sus rayos· pene– traban cada vez más íntimamente en el fr.esco r,ecato de los vaUes. Se llegó a la vieja, sombría, maciza y románica iglesia dle Santa María de Arbas, residuo de una vetusta abadía que dió cobijo a innumerables viajeros durante los siglos de nuestra Re– conquisfa: allí celebró misa el P. Hdel y comulgaron casi todos los excursionistas. Luego, desayuno; y otr,a vez en marcha, ca– rretera adelante, en direoción al puerto. Por fin, V&.lgrande, con su hotel~hoy ce albergue» de T uris– mo---,a caballo casi de las dos provincias: al Norte, como derrum– bándose hacia el mar, Asturias ; al Sur, las tierras leonesas : montañas y valles, primero ; después., fértiles 'riberas y montes de median1 a-1:ura, que rvan decre.ciendo siempr,e hasta conver– tirse en variada llanura por debajo de la capital. Una gozosa mañana irradiaba luz sobre los altos de Pajar,es. Daba gloria andar por allí, sin protegerse del sol, que ,a 1.364 metros sobre el niv,el del mar, ni aun en eJ mes de julio puede ,califfoársele de (cjustidero». Po,¿í'.a pasarse horas enteras embelesado, contem– plando desde aquellas impresionantes balconadas el paisaje ver– de y bravío de Asturias, con sus ,cresterías de picos y si,erras flanqueando los angos.tos valles. A la hora de comer se descendió al nivd de la carretera y

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