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TEMPORAS DE PRIMAVERA 641 sobre que nunca Ia olvidaría en su oraci6n, y le reiter6 los más apmpiados co:r:sejos... Con motivo ,de esta marcha de Consuelito, el inmedjato drcu– lo ,con las ,chicas, que ,iba a ser el ,último del curso {no sabía el P. Fidel que sería •ccel último» sin atenuaciones), se dedic6 a tratar sobre la V'.>caci6n religiosa. Era ésta la tercera posibilidad que se abría ante una joven {las otras dos ya estaban vistas: casarse, o queé.arse solteras de por vida ,en medio de] mundo, es decir, ccsolteronas))). En cuanto a eXJcelen,c,Ía, esto de consagrarse a Dios en el estado religioso no ocupaba una ter,c,era posici6n, sino la p11imer,a de -todas, se,gún había enseñado siempre y s•eguía enseñando la lglesia Cat61ica. El P. Fidel se entretuvo en ,demostrar esto, resolviendo de páso las di.ficultEcdes u obj,eciones que le ,ponían algunas de las asistentes, notablemente influenciadas por la quizá desorbitada ponderaici6n de la maternidad que se venía haciendo en no po– cos ambientes cat6Iicos. Expuso a continuaci6n, con nítida claridad, lo que es y lo que no •es la vocaci6n religiosa ; si es necesario para ,consagrarse a Dios y hasta qué punto ; clases de la misma, etc. Luego añadii6: «tos motivos en que se funde la •verdadera vocación han de ser sobrenaturales, aunque no es precisamente necesario que sea ya sobr.enatural el punto de arranque de la misma. Dios p--1ede s,ervirse de algo muy humano, demasiado humano, para ar:ancar a cualquier alma del amor del mundo o para hacerla pensar en un convento ; pero después tienen que ser ya' razones n:ás elevadas las que la impulsen a consagrarse· a El. . »De aquí se deduce ·que la ,opini6n difundida entre .cierta clase de gente de que las chicas ,que van a los ,conventos lo hacen a causa de algún contratiempo amoroso, o porque no encuentran quien haga caso de ellas en el mundo, es una opini6n perfe,c– tamente estúpida. Puede darse a2gún caso de esos-yo aún no conozco ningun::>-; pero sé que, aun cuando se parta de ahí, luego tienen que intervenir otros motivos más ,altos ; de lo con– trario, no saldrá' nada serio. »Tampoco anda muy acertado el ,comentario que se oye fre– cuentemente, aun en ambientes piadosos, cuando alguna se va: 2.1