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624 FR. EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA sobre una tabla colocada encima del colchón síempr,e que n~ estoy mala... Quisiera ayudar en lo posible a los misioneros, Y quisiera también convertir a algunos de mis familiares, que ,están bastante alejados de Dios. (¡ Si viera cuánto sufro por causa de ellos!) llAparte de estas cosillas, trato de mortificarme ,en todo mo– mento: si estoy sentada, procuro hacerlo de la manera más in– cómoda posible ; si voy a la iglesia, ya Jesús me tiene prepa– rado algÚn clavito en la tabla del banco donde debo arrodi– llarme; los pasteles y caramelos, que eran mi flaco, ya han quedado supr,imidos por completo ; en fin, que procuro sacri– ficarme continuamente en cuanto a curiosidad, gusto, etc., etc. nParece que Jesús está ,contento con esta disposición mía, pues frecuentemente es El quien me prepara la ocasión.· En los últimos Ejercicios Espirituales (que, venciendo mil obstáculos, pude al fin hacer interna), al contemplar el primer día tantas jóvenes reunidas, me pareció que era mucha Ja necesidad de oración y mortificación para conseguir que en el alma de todas ellas rebosara la gracia. Pensando en eso estaba, cuando la mon– jita empezó a colocar un papelito con el nombre de cada ejer– citante en el lugar de los bancos que debíamos ocupar durante todos los Ejercicios; y vi con alegría al ponerme en el mío, _qu;e el banco debía de tener algÚn defecto, pues aparte de ser inco– modísimó, •apenas se podía guardar el equilibrio en él. Al salir, me dice una chica: « j Qué mala suerte tienes, Juli Mari ! Entre tanto banco como hay en la capilla, es precisamente a ti a quien señalan el peorn Pero estas palabras se tradujeron así en mi alma: << i Qué buena suerte tengo!: entre tantos bancos, Jesús ha reservado para mí el único que vale ((algon. nParece como si Dios me dijese que con mi :mortificación puedo ayudar mucho ; y cuandt> me encargan que pida por algÚn caso desesperado, o necesito yo impetrar 1,1na gracia muy gran– de, es entonces cuando me manda unas punzadas terribles a la cabeza, algo casi irresistible, pero que sufro ,con la mayor alegría, porque sé que mientras tanto se ,está solucionando mi petición. Y hay momentos en que me gustaría tener muchos cuerpos a la vez, para sufrir en todos ellos. nHacia el exterior, procuro disimular todo esto lo mejor que
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