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TEMPORAS DE PRIMAVERA 621 derarse como su primera ,gran revdadón diel amor inmenso que ardía en el Corazón de Jesús? Lo recordaba :perfoctamente: «Coraz6n divino, Coraz6n ... llagado de amores por mi: no más peregrino, llamando a mi púerta. Entra y sé dueño, que el alma no acierta a v:'vir sin Ti.» Hacía sólo ¿os años desde aquello, y ¡ cuántas cosas habían pasado ya por su pequeño mundo interior ! Ahora podía recor• darlas y revividas en sus interminables horas de silencio. Tran– quilas lágrimas asomaban entonces a f1or de sus pupilas ; no eran lágrimas de nostalgia por lo que se fué, ni de amargura por la triste sit:iación presente : eran unas lágrimas en que se fundían la humitdad y el sentimiento de la propia debilidad, con la gratitud, la confianza y el amor hacia Aquel que tanto había mirado ,por ella. Lo que más sentía Josefina en su forzoso guardar cama, era el estar privada de la misa y comunión. Lo aceptaba resigna– damente ; pero a veces desahogaba con el Señor muy amorosas quejas; otras veces, en cambio, le decía muy ,esperanzada: ce Jesús mfo: T,ú que has querido darte a las almas mediante esa cosa material que es el pan consagrado, ¿ no tienes de sobra poder para e:itregarte también directamente, sin nada de por medio, a qui-er.es ·no podemos ir a recibirte ?n Esta idea se la había sugerido el P. Fidel, y le servía de no poco consuelo, se– gura de ,que Jesús se uniría a ella extrasacramentalmente y mis– teriosamente, ya que el medio normal del sacramento Ie estaba v,edado 1a mayor parte de los días. No todos se quedaba sin el consuelo de la comunión. El P. F.idel, con los debidos perrr..isos, dispuso· las cosas de modo que, al menc-s cada jueves y cada domingo, pudiera recibir p. qui,en más a□aba; y Josefina aguardaba con verdadera ilusión la mañana de tales días: en la oscura y dolorosa monotonía de su enferm':'!dad únicamente las visitas de Jesús aportaban luz y consuelo. Incluso llegaban días en que, gracias a esta iluminación ínti– ma que obraSa el Se.ñor, la pobre enfermita se sentí.a incompa– rablemente feliz, a pesar de su cruz, ,a causa de su cruz, y daba muchas gracias por ella, y se entregaba de lleno a su pape.) y misión de pequeña víctima.

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