BCCCAP00000000000000000000753

TEMPORAS DE PRIMAVERA 603 1o que .fuese. Ahora, en obligada inactividad hasta cierto punto, sentían como una depresión o vacío. El P. Fidel trataba de remediar aquello lo .mejor que podía, aunque no era fáci! encontrar remedios, hloque,ado como ,estaba y sin recursos ma:eriales. A poco de la supresión del periódico, metió a su gente en la preparación de una Asamblea local de la V. O. T. La celebración de dicha Asamblea duró tres días, de tarde de viernes a domingo, y en ella hubo memorias, discursos, parte recreativa... En la reunión del sábado, el P. Fidd hizo, delante de los cchermanos:», que llenaban el saló~; y entre los cuales no faltaban algunos c:ue enjuiciaban las cosas a su manera, una breve historia de toda su actuación al frente de la Hermandad, y la remató con la explicación detallada de los últimos aconte– cimientos. La sole1:me bendición de una nueva y magnfüca ban– dera, que cierta señora terciaria, por propio impulso, quiso re– galar a Ia V. O. T., puso un feliz coronamiento a tan interesantes jornadas. La celebración de esta Asamblea trajo muy buenos resul– tados, y contribu~16 no poco a templar de nuev,o los espíritus de quienes estaban .:nás o menos desconcertados desde el golpe de ((Avanzadilla)). Entre las chicas se había notado menos '1a .falta del periódico ; mas para ,evitar en lo posible tanto la dispersión de ellas como de ellos, ahora que no contaban con algo común en cuyo derre– dor agruparse, el P. Fidel decidió tener en las tardes festivas de mayo pequeñas eXccursiones a puntos diversos de las cercanías de la ciudad. Tornaban parte en tales excursiones chicas, ,chicos, pequefios cordígeros. El dfa de la Ascensión, por ejemplo, llegaron andan– do los excursiorústas a Villaquilambre, pueblo próximo a León por la ribera del T orío ; se establecieron alegremente en una campera próxima al ferrocarril de La Robla, y ,empezaron a pasar la tarde ,lo mejo:- posible ; partido de ,fútbol entre dos ,grupos de ccellos)), y con p·.íblico de ·<<ellas»; luego, cantar y óugar al corro todos juntos; después, Ja merienda, ,con el mejor apetito... Y por ú!timo, a demostrar ,que no eran unos e~cursionistas vulgares: e::ltraron en el pueblo, fueron a saludar al Sr. Cura, y con él se

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz