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602 FR. EUSEBIO GARCIA DE PESQUERA luchas de la castidad podrían muy bien rotularse como «la lucha por el espíritu». nCuánto nos va en esta lucha ,expresólo en pocas líneas San Bernardo, al escribir a Enrique, arzobispo de Sens {Francia), sobre las costumbres y oficios de los obispos: ccEste frágil vaso que ll~vamos en nosotros, el cual peligra con tanta frecuencia, lo guarda la castidad-como dice el Apóstol-para la santificación, a la manera de un bálsamo odorífico, con el cual, ungidos los cadáveres, se preservan de la corrupción. Ella templa y reprime los sentidos y los miembros para que no se disuelvan en el ocio, para que no se corrompan en los deseos, para que no se pudran en los deleites de la carne, cual se lee de algunos, que c<se pu– drieron como los jumentos en su estiércol.n (Joel, 1, 17.) nEn fin, amigos míos: que la castidad, aun para el joven que vive en medio del mundo, es muy necesaria, y que no es imposible, aunque sí extraordinariamente difícil. »Para salir con bien ,en tan decisivo empeño, hay que im– ponerse una norma austera de vida, renunciando a bastantes cosas agradables {también tienen que renunciar a mucho los d~– portistas, y sólo por una r<corona corruptible», como escribió San Pablo), y hay que a 1 cudir reiteradamente a Dios, para que El nos sostenga con su ,gracia. nEl hombre cristiano en este mundo no tiene más alterna– tiva que la del soldado frente al enemigo: O ENVILECERSE, O COMBATIR. Y como para ninguno de vosotros puede resultar programa apetecible eso del propio enviiecimiento, no os queda otra salida que la de poneros decididamente al combate: HA– CER lo que podemos; PEDIR lo que no podemos; y esperar que nos AYUDEN para que podamos IV En la Sección de los chicos había originado cierto descon– cierto la desaparición de c<Avanzadilla». E,I periodiquito quince– nal si,gnificaba mucho para ellos, no sólo por lo que tr,afa en sus páginas, tan a propósito para mantener el mejor espíritu; sino por lo que tenía de cosa propia, de afán común, de gene– rosa entrega a algo, que les mantenía despiertos y en forma para

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