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TEMPORAS DE PRIMAVERA 55 vidaJJ ; al con::crario, lo que deseaba era hacérsela vivir más ,alta y ,eficazmente, sin dejarlas malgas,tar atención, tiempo y energías en cosas que no valían }a pena. La vida misma, que tan adorable le estaba pareciendo a ella en aquelbs momentos, ¿,era en realidad mer,ecedora de que se ,1a amase o estimase por sí misma, por su propio valor? ({La terrible fogac:dad de la vi.dan, había dicho ,el Padre... Y no ,era tan diHciJ darse cuenta que no había exageración· en sus pala– bras. Parecía estar oyéndole: ((Todos los años tienen un diciem– bre, que es su último mes; todas las semanas tienen un sábado, que es su últ:mo día ; todos los días, aun los más alegres y ra– diantes, tienen un atardecer, en el que melancólicamente se ac,aban... ll María de la Gracia ,quedó fuertemente impresionada de la verdad de todo aqueUo, que pare.cía tan simp,l.e, pero que nadie podía negar. ,((También este día maravilloso, en el que tan a gusto me siento-se dijo a sí misma-, también este día aca– bar,á por desvanecerse ... Con:fonzó hace unas horas, está ya al– canzando 1a plenitud de las doce, y dentro de otras pocas horas tendremos ya al sol como desma,yánd'ose sobr,e la línea del hori– zonte, ,para terminar hundiéndose en las regiones del ocaso. Y este día. de abril, ,este mismo día que tan gozosamente he estado viviendo, desaparecerá para siempre, y no volverá a ser por los siglos de los siglos ... ¡Qué tremendo y triste es todo esto! Dios mío, ¿ por qué será así? ¿ Por qué .las hojas de los árboles que he visto esta mañana estrenando la gala de su verde prima– vera han de estar condenadas a caer inexorablemente con la amarillez del otoño? ¿Por qué las rosas ... ? ¡Ah! De esto de las rosas, ¿ cómo eran aquellos versos de Calderón, que nos dijo el Padre ,oierto día, y que yo apunté para que no se me olvida– ran?... Sí; eran muy bonitos: Estas que fueron pompa y alegría, despertando al albor de la mañana, a la tarde serán lástima vana durmiendo en brazos de la noche fría ... A florecer las rosas madrugaron, y para envejecerse florecieron: cuna y sepulcro en un bot6n hallaron.1)